Son muchas las mujeres que han tenido que partir del suelo venezolano dejando todo atrás para poder conseguir dinero y así tener algo que darles a sus hijos. El destino más común de estas mujeres es Cúcuta, Colombia.
Foto: Édgar Cusgüen
Un trabajo publicado por La Opinión cuenta la historia de Gladis, quien es una de las más de 50 mujeres que actualmente pernoctan en la cancha de Sevilla, Cúcuta.
“El primer día no sabía nada”, dijo la mujer que, luego de un día en el que tuvo que vagar por las calles de esta ciudad, arribó al Hotel Caracas.
“Todos corrieron, y yo dije: ¿Qué pasó? ¿Qué hago? Había llegado alguien y la gente fue por un plato de comida… Es muy duro estar mendigando”, contó.
Y añadió: “Compramos dos termos con mi compañera y fuimos a ver si vendíamos un poco de café, pero nada (…) Pero allí (en la terminal) estaban las niñas mostrando hasta acá”.
La mujer aseguró que se trata de una situación lamentable: “Nuestras mujeres que se están degradando y muchos piensan que todas somos así”, se queja.
“Uno no viene buscando marido, sino trabajo”, dijo, al tiempo que manifestó sentirse “a veces derrotada”, pero aun así “aquí seguimos y nos hemos unido”.
Redacción Maduradas con información de La Opinión
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