La mayoría de los venezolanos en el país sobreviven actualmente con la ayuda económica que les envían sus familiares desde el extranjero, lo que les ha permitido sortear un poco la hiperinflación que devora bolsillos y golpea la producción nacional.
Composición Maduradas. Fotos: Abuela llorando / AP – Billete / BCV
De acuerdo con un informe de la ONU que recoge cifras de la diáspora venezolana, desde 2015, 2.3 millones de venezolanos han abandonado el país. De los que quedan, el 80% recibe un salario mínimo que no alcanza ni para lo más básico.
Esto lo sabe muy bien el abuelo Carlito, quien vive en La Vega, tiene las mejillas huecas, los brazos extremadamente delgados y una mirada vaga a través de su ojo de cristal. “Es por la escasez de medicamentos que perdí mi ojo”, asegura.
Carlito solo recibe una pensión equivalente al salario mínimo: “Sobrevivo de lo que envía mi hija desde Estados Unidos, que nos hace transferencias de hace tiempo».
En la actualidad no es posible transferir dinero desde una cuenta extranjera directamente a una cuenta en Venezuela, ya que el gobierno ha prohibido este tipo de operación para limitar la inflación.
“Ahora tienes que encontrar a un intermediario para enviarnos el dinero, transfiere los dólares a una cuenta estadounidense, y alguien más nos da el dinero en bolívares. Es raro encontrar a alguien con una cuenta en EEUU y otra aquí en Venezuela”, sostuvo Carlito.
Debido a la migración forzada que atraviesan los venezolanos, cada vez son más las personas en el país que sobreviven a la crisis económica gracias a las remesas que reciben de familiares en el extranjero.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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