Hay planteles con más de 15 años sin profesores de Física y Química”, afirma Evelyn Abdala, coordinadora del Programa de Igualdad de Oportunidades de la Universidad Simón Bolívar. Asegura que el déficit de docentes en el área científica comenzó a evidenciarse en la década de 1990 y se incrementó a partir de 1999.
Ese año la USB inició el PIO, alternativa para consolidar o nivelar el conocimiento que los estudiantes deberían adquirir en la educación básica y media. Los bachilleres se gradúan sin cursar varias asignaturas y arrastran las deficiencias hasta la universidad, reportó Actualidad Venezuela.
Un estudio del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas calcula en 40% el déficit de profesores para materias científicas, porque el gobierno implementó la micromisión Simón Rodríguez para formar en 2 años a 5.000 profesionales como docentes en Matemáticas, Física, Química, Biología e inglés.
“Como medida de emergencia es pertinente, el problema es que se convierta en política permanente. Eso implicaría que serían cada vez menos los docentes que quieran formarse en los pedagógicos durante cuatro años en esas áreas, si con un curso de dos años podrían impartir las mismas asignaturas. No garantizan un profesorado de calidad”, subrayó Tulio Ramírez, coordinador del Doctorado en Educación de la Universidad Central de Venezuela.
Considera que la carencia de docentes termina siendo un círculo vicioso: “Si no hay profesores, el bachiller no estudia porque sabe que no tiene las fortalezas”. Agregó que el déficit es una de las causas para que 40% de los jóvenes abandonen las universidades. “No tienen cómo afrontar los contenidos”, señaló.
De los 13.729 estudiantes que ha atendido el PIO durante 14 años en la USB, han egresado 700 de carreras cortas y 220 de carreras largas. El programa solía atender cada año a 1.300 alumnos y en los últimos tiempos ese número ha disminuido a 1.150 debido a dificultades de financiamiento.
En la UCV funciona el programa Samuel Robinson para complementar la formación que reciben los alumnos de escasos recursos que esperan entrar a esa casa de estudios. 1.200 jóvenes ingresan, pero 60% abandona. “No traen la formación suficiente”, subrayó Amalio Belmonte, secretario de la UCV. Otra estadística señala que solo 10% de los inscritos aprueba Matemática.