Tras vivir en carne propio lo que fue ser desplazada de su país, Colombia, a causa de la violencia que allí se vivía, Rosa Umaña hoy en día aloja a venezolanos sin cobrarles un peso.
Foto: Runrunes
Habita en el barrio Camilo Daza, en Cúcuta, donde además tiene una peluquería en la que le ha dado trabajo a algunos venezolanos.
Contó que en 2001 debió salir de su país luego de que autoridades allanaran su casa por supuestamente colaborar con la guerrilla. Se fue hasta Valencia, estado Carabobo, donde vivió muchos años hasta que comenzó la escasez.
Su decisión de regresar a Colombia fue luego de pasar horas esperando en una fila para comprar comida y salió con las manos vacías.
“Pero gracias a Dios logré surgir aquí nuevamente. No me queda más que ayudar al que viene buscando una nueva vida”, dijo.
Rosa lleva con ella un cuaderno en el que los inmigrantes que pasan por su hogar le plasman palabras de agradecimiento por ayudarlos.
Redacción Maduradas con información de Runrunes
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