Desde el inicio de su mandato, el Gobierno del fallecido Hugo Chávez fue cerrando filas en lo que respecta a la producción nacional creando organismos y leyes que le permitieran ejercer el control con el argumento de crear “seguridad alimentaria” que su sucesor, Nicolás Maduro, ha heredado.
Un país con el 80% de los alimentos son importados, ¿puede tener seguridad alimentaria?, las colas en supermercados muestran algo diferente, en Venezuela “lo único que se logró con tan deleznables prácticas fue el surgimiento de una extraña clase social denominada bachaqueros, puesto que a la clase media se le ha ido transformando paulatinamente en… media clase”, dice el articulista Manuel Barreto Hernaiz en su columna titulada “De la seguridad alimentaria a la corrupción palmaria”.
La más reciente “estrategia” del régimen de Maduro ha sido la “guerra económica” y con esta excusa, argumentando que los empresarios y comerciantes, “enemigos del pueblo”, esconden y acaparan los alimentos, el primer mandatario importa toneladas de productos de otros países, incentivando la producción de aquellos.
El control de precios y de divisas, fomenta la escasez y el desabastecimiento al incrementar la burocracia y trámites para producir, sin embargo el Gobierno repite una y otra vez que los productos que consumen los venezolanos tienen que ser hechos en el país.
Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, ahora el pollo que comen los venezolanos, cuando consiguen, es iraní, los granos son traídos de China, la carne argentina o de Brasil. ¿Cuánto gastará el Gobierno importando productos para el consumo diario? Imposible saberlo, pero seguramente no debe salir nada barato. Y mucho menos si proviene de otro continente; ¿No sería más fácil entregar divisas a los empresarios y reactivar el aparato productivo?
Con información de El Venezolano News.