El padre de Leopoldo López, Leopoldo López Gil, denunció en ABC las limitaciones que vive el dirigente opositor desde que cumple arresto domiciliario.
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En principio, destacó López Gil, el político no está sometido a las «vejaciones» de las que era víctima en Ramo Verde, «como obligarlo a desnudarse y bañarse con excrementos», pero «lo que no ha cambiado es el aislamiento».
López Gil aseveró que su hijo «sigue siendo torturado» y que tiene un grillete electrónico que le informa a su carcelero si sale del radio de su vivienda.
Del mismo modo, apuntó que a López se le impide comunicarse directa o indirectamente, con la amenaza de que su familia y él mismo serán «castigados». Luego, a su esposa, Lilian Tintori, se le ha retirado el pasaporte y, con ello, la posibilidad de salir del país.
También tiene restringidas las visitas, incluidas las de sus abogados, desde que se encuentra bajo arresto domiciliario. A juicio de López Gil, esto «contraviene sus derechos».
«Está sujeto a la peor de las torturas: la incertidumbre«, añadió el padre.
A las pocas semanas de haber sido devuelto a su residencia, en julio, fue sacado nuevamente y obligado a pasar 4 noches en Ramo Verde. Luego, lo devolvieron a su casa. López Gil expresó que nadie sabe cuándo volverán a llevárselo y que eso es «una tortura».
«Estar en la casa es una condición mejor que estar en la cárcel, mas no van a lograr que demos gracias por una condición que no es merecida. No se puede dar gracias a nadie por impedir la libertad, que es un derecho», puntualizó.
Redacción Maduradas con información de ABC
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