Venezuela, según los datos suministrados por las autoridades controladas por el régimen de Nicolás Maduro, ha superado los 430.000 contagios con COVID-19, de los cuales al menos 5.200 personas han fallecido. Todo, mientras se asegura desde Miraflores que se está cerca de llegar al 100% de la población vacunada pese a los obstáculos, que durante gran parte del año, presentaron para tener accesos a los fármacos que arribaron desde China y Rusia, principalmente.
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El sucesor de Hugo Chávez, por ejemplo, aseguró el pasado 7 de noviembre que el 70% de la población nacional ya estaba vacunada contra el COVID-19. Sin embargo, la nueva actualización no es cierta, de acuerdo al consenso científico sobre la vacunación ni de los datos independientes.
En Venezuela no hay una autoridad técnica oficial que reporte datos de vacunación contra el COVID-19 y la tarea la ha asumido el propio Maduro. Es por ello, que se duda de sus reportes. Pero, existen organismos internacionales e independientes que llevan sus propias recopilaciones y de las cuales se apoya la comunidad científica para determinar el impacto de la pandemia en el país.
De acuerdo a la Organización Panamericana de Salud (OPS), Venezuela posee dosis de las vacunas Sputnik V, de Rusia, las chinas de Sinovac y Sinopharm, y recientemente de la cubana Abdala. Para que una persona sea considerada «vacunada» debe inocularse dos dosis de las mismas, una situación que no ha ocurrido con todos en el país.
EFE
LENTO PROCESO DE VACUNACIÓN
En este sentido, la OPS precisó que hasta el 5 de noviembre en Venezuela apenas tendrían el esquema de vacunación completo 9.271.857 personas. Para una población de 28.704.947 personas, se trata de un 32,3%. Por tanto, el dato de Maduro estaría muy alejado de la realidad.
Las causas son diversas desde el complicado y controversial acceso a las vacunas del Covax (Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19) hasta las imprecisas cifras de la cantidad de fármacos que llegaron a Venezuela desde China y Rusia, además de la desorganización en el proceso de inoculación.
El proceso fue tan lento, que las largas colas solo eran comparables a la de los vehículos en las estaciones de servicio de combustibles. Sin embargo, en mayo Maduro escribía en Twitter: «Iniciamos la II fase de vacunación anticovid con buen pie y mucha esperanza, en los próximos meses elevaremos el ritmo de inmunización del pueblo. Es necesario seguir cuidándonos al máximo, no bajemos la guardia en ningún momento. El proceso está avanzando, paciencia y confianza».
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RECHAZARON VACUNAS DE ASTRAZENECA
Uno de los hechos más controversiales, fue el rechazo del régimen a recibir vacunas de AstraZeneca por medio del mecanismo Covax, además del retraso en el pago por dichas dosis (sin importar la farmacéutica).
«Sabemos, tenemos informes técnicos, nuestra comisión presidencial científica ha decidido no incluirla en los esquemas de tratamientos en Venezuela ni en los esquemas de vacunación. Informamos al representante de la OPS y hay claridad de que Venezuela va a escoger a través del Covax la vacuna que está permitida para aplicar al pueblo venezolano», manifestó en marzo del presente año Delcy Rodríguez, vicepresidente del régimen chavista.
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TRATAMIENTOS EXPERIMENTALES
Ante el retraso de la llegada de vacunas por parte del mecanismo Covax y el lento proceso de inoculación con las pocas que se contaban de la Sputnik V, de Rusia, y las chinas de Sinovac y Sinopharm, el régimen optó por impulsar y recomendar tratamientos experimentales.
En abril, Maduro criticó al diario estadounidense The New York Times por la publicación de un artículo elaborado por el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka, en el cual se le cuestionaba por el bloqueo, precisamente, a las vacunas del mecanismo Covax que no eran de su preferencia. Fue, en ese momento, cuando aseveró que se cuenta con los mejores tratamientos para tratar la mortal enfermedad.
«Los mejores tratamientos de Venezuela los ha traído del mundo. Eso es lo que no dice el New York Times y los escritores mercenarios del New York Times, que en Venezuela se tienen los mejores tratamientos del mundo para el coronavirus, que en Venezuela los tratamientos son gratuitos para todas las etapas del coronavirus, todas las medicinas», afirmó Maduro, quien incluso pasó a promocionar una supuesta medicina milagrosa, que no estaba avalada por Organización Mundial Salud (OMS).
Se trató de las «gotas milagrosas» contra el coronavirus, llamadas Carvativir. «Me censuraron todos los videos donde muestran el Carvativir, Facebook me censuró, eliminó de mis publicaciones de manera abusiva y dictatorial el video completo donde se explica las pruebas científicas. Dicen que no puedo hablar del Carvativir hasta que la OMS no lo autorice. Abusadores que son, el dueño de Facebook no manda en Venezuela. Son gente multimillonaria que pretende imponer sus razones», expresó molesto durante una alocución transmitida por Venezolana de Televisión (VTV).
AFP
VACUNAS CUBANAS
La Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) rechazó el uso de Abdala y Soberana 02, de origen cubano, como dosis de refuerzo contra el COVID-19 por considerarlas todavía vacunas candidatas no aprobadas por la OMS.
«Rechazamos el uso abierto de Abdala y Soberana 02, ya que son candidatos vacunales que no disponen todavía de estudios científicos publicados y carecen del aval suficiente para su uso abierto en adultos, niños o como refuerzo», advirtieron en un comunicado compartido en redes sociales para noviembre del presente año.
El documento fue emitido tras el anuncio hecho por Nicolás Maduro el pasado 28 de noviembre, en el que afirmó que la vacunación de refuerzo comenzaría en enero de 2022 y que se llevaría a cabo con Abdala, por sugerencia de su consejo científico. La noticia hasta la actualidad es motivo de controversia.
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CESE DE LA CUARENTENA
Mientras el mundo parece regresar progresivamente a la cuarentena para contener los contagios en medio de la propagación de la nueva variante denominada ómicron, en Venezuela Nicolás Maduro optó por «adoptar» algunas medidas regulatorias en la frontera y aeropuertos. Todo, sin interrumpir la flexibilización «ampliada», que en principio se ha dicho es para los meses de noviembre y diciembre, sin precisar si en enero se regresará al esquema 7+7.
Lo cierto, es que el esquema de flexibilización tampoco se cumplió al 100%. Las autoridades de Maduro se vieron incapacitadas de mantener a los ciudadanos en sus hogares en los siete días de cuarentena, debido a la necesidad de los venezolanos de laborar en un país con una crisis económica aguda. «Los siete de flexibilización sale mucha más gente, pero tenemos que entenderlo, hay una fatiga social, económica y colectiva por el coronavirus que se produce luego de 16 meses viviendo una realidad distinta a la vivida el resto de nuestra vida», reconocía Maduro en julio.
Redacción Maduradas con información de VOA
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