El dinero se vuelve sal y agua en la economía venezolana, desbordada por una inflación voraz que acaba con el misero sueldo de los ciudadanos, quienes han tenido que sacrificar su ya precario estilo de vida a causa de la crisis.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor que mide el Banco Central de Venezuela (BCV), junto con el Instituto Nacional de Estadística (INE), se ubicó en 18,7 % al cierre de abril, informó de manera extraoficial una fuente cercana al instituto emisor.
Foto: Reuters.
La inflación acumulada, entre enero y abril de este año, presentó un incremento de 86,4 %, promedio; mientras que la anualizada –en los últimos 12 meses– alcanzó 397,4 %, reseñó El Nacional.
La fuente agregó que el precio de los vegetales se ha ido incrementando notablemente en los últimos cuatro meses, y las encuestadoras, que utilizan las cifras del BCV y del INE, han registrado una caída en el consumo de algunos productos como carne, pollo y pescado.
La ola inflacionaria no se detiene. Organismos como el Fondo Monetario Internacional calcula que para el cierre del año estará en 720 %; otras firmas tienen cifras más conservadoras, pero no menos alarmantes, como Barclays Capital, la cual prevé que los precios podrían registrar un alza promedio anual de 218 %.
En general, los pronósticos para Venezuela no son positivos tomando en cuenta la caída de los precios del petróleo y de la producción de crudo.