La Navidad para los venezolanos es sinónimo de gaita. Somos un país que puede alardear de disfrutar de un género musical exclusivo para celebrar estas fiestas, hemos crecido cantando muchas de ellas y forman parte de nuestro repertorio cultural.
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Composición: Maduradas
Dentro de los subgéneros de la gaita podemos encontrar aquellas de «protesta» que, desde hace décadas atrás, denunciaban el mal rumbo que llevaba el país, sin sospechar que lo peor y la hecatombe aún no había llegado.
Muchas de esas piezas inmortales y que siempre suenan en nuestras navidades terminaron siendo «proféticas». Aquí recordamos esas gaitas que anticiparon el caos que llegaría a Venezuela o que describen muy la sensación de dolor por el colapso del país, así como también el desarraigo o añoranza por la tierra que muchos conciudadanos hoy enfrentan:
La Grey Zuliana
«Madre mía si el gobierno no ayuda al pueblo zuliano
Tendreis que meter la mano…y mandarlos pa’l infierno».
Esta estrofa de esta popular gaita tradicional que data del año 1968, interpretada por el recordado Ricardo Aguirre, retumba hoy como nunca en un estado fuertemente castigado por la desidia gubernamental: apagones, escasez de agua y alimentos, pobreza extrema, dificultades con la movilidad y violencia son el pan nuestro de cada día de los marabinos.
Pero es que si además sustituimos la palabra «zuliano» por «venezolano», no habría mucha diferencia. Los pesares de los maracuchos no son exclusivos, sino que lamentablemente son compartidos por todo un país.
«Acabaron con la plata y se echaron a reír
Pero les puede salir
el tiro por la culata»…
¿A qué le suena este verso? ¿Será que también será profético como lo fue el resto de la gaita?
Aló, Presidente, Aló
«¿Qué quiere hacer con nosotros, respondános presidente.
Todos estamos calientes.
Nos está volviendo locos.
Ay, Dios, qué calamidad. El país no vale medio.
Peor ha sido el remedio que la misma enfermedad».
Esta gaita de «Neguito Borjas» y su Gran Coquivacoa fue compuesta en alusión al espacio semanal de radio y televisión del fallecido Hugo Chávez.
La descripción del dolor que ya comenzaba a padecer el país por la administración chavista es evidente y muy similar a la tragedia que fue creciendo cada año y que hoy está desastrosamente acentuada.
«El pueblo quiere comer, el pueblo quiere trabajo.
No nos importa un c*rajo rusos, chinos y Fidel».
Lamentablemente, la misma sensación de desasosiego y opresión por gobiernos extranjeros continúa latente 17 años después del lanzamiento de esta gaita, estrenada en 2001.
El cierre de la canción representa muy bien el sentimiento compartido de los venezolanos que han padecido 20 años de revolución:
«Por la viajadera
y por el descaro
de darle la espalda
a quienes confiaron
Porque mi Venezuela
es pueblo soberano
y no queremos ser
ningún pueblo cubano».
Mi Nostalgia
«Maracaibo tierra amada
desde que de ti salí
a cada instante te añoro, me paso el tiempo pensando en ti
en mi vibra la esperanza, de algún día regresar».
Seguramente, esta pieza le quebrará el corazón a los más de tres millones de venezolanos que han abandonando el país huyendo de la destrucción chavista.
Expresa con gran sentimiento el pesar por la lejanía de la tierra, cuánto se extraña a la familia a distancia y cómo llora el alma de quienes deben pasar un fin de año lejos de los suyos. Porque para nosotros los venezolanos justamente la noche del 31 de diciembre tiene una connotación muy particular.
«Unas ansias delirantes,
de verte, ciudad natal
me acosan a cada instante
y, como un niño, rompo a llorar».
¿Podrían suponer en 1973 los Cardenales del Éxito que esta canción se convertiría unas décadas después en el himno de millones de migrantes venezolanos? ¿De aquellos que han dejado atrás sus pueblos, ciudades, sus vidas, sus vivos y sus muertos en una tierra que aspira renacer?
Por aquí se va pa’ Cuba
«Los otros ritmos cojan pa’ Cuba
pa’ ver si los deja entrar Fidel».
Esta retadora gaita de la agrupación Koquimba fue compuesta en el año 2001 y también buscaba confrontar la «cubanización» que empezaba a introducir la revolución en el país.
Cabe recordar que, en cada interpretación en vivo de la gaita, los cantantes de Koquimba hacían la señal del «dedo medio» cada vez que expresaban: «Por aquí te vas Pa’ Cuba».
«Si el gobierno no procura
sacar la capa y espada
mi voz le dirá en su cara
Por aquí te vas pa’ Cuba».
La jerga
«¿Qué jerga es?
Que al pueblo siempre lo mofan.
Lo acorralan, y lo acosan
y hasta le dan puntapies (…)
Venezuela se pregunta, con rabia, qué jerga es».
Esta gaita se estrenó en 1998 y contiene frases que se adaptan mucho mejor a la penosa realidad que se observa 20 años después que a lo que ocurría para el momento en que fue escrita:
«No aguantamos esta jerga
el hambre nos va a matar.
No podemos soportar,
de los bolsillos la merma (…)
No se deja de escuchar
‘¿Hasta cuándo tanta jerga’«?
Esta gaita parece escrita en diciembre de 2018. El triste escenario de fondo de la actualidad es mucho más compatible con lo que reza:
«Tanta jerga hemos llevado
de este bendito gobierno
sufriendo un maltrato eterno
que ha empobrecido al Estado.
Los proyectos se postergan
Nos fulmina la inflación
Se escucha en cada rincón
‘Dios mío, qué clase e’ ejerga».
Imagínense que Neguito Borjas exclamaba en esa gaita que el «mísero salario» no alcanzaba «ni de jerga…ni de jerguita». Y todavía no había llegado el extinto bolívar fuerte ni el devaluado precozmente «soberano».
Redacción Maduradas
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