Alex Saab, el empresario por quien el gobierno de Donald Trump se encuentra librando una difícil batalla legal y diplomática para que sea extraditado de Cabo Verde a Estados Unidos por cargos de lavado de dinero, podría haber sido detenido hace dos años en Colombia, afirmó Univisión.
Captura de video – Archivo
El medio de comunicación asegura que el presunto testaferro de Nicolás Maduro y algunos de sus familiares pudieron evitar la captura después de que un presunto “policía corrupto” filtró la información del operativo a la firma de Abelardo de la Espriella, abogado de Saab en Colombia. Lo mismo sucedió con un asesor legal del empresario, de acuerdo a documentos judiciales a los que tuvo acceso Univisión Investiga.
El policía Eddie Andrés Pinto Rúa resultó condenado por recibir como soborno un teléfono, que le regaló la abogada de la oficina de Abelardo de la Espriella, María Paula Escorcia, para que le pasara información de la investigación de Saab, según la sentencia condenatoria del uniformado.
La abogada declaró en una denuncia judicial en Colombia que Pinto Rúa le notificó sobre la operación de detención del empresario y sus familiares 23 días antes de que sucediera.
«Entonces me dice que no hable nada por teléfono ya que él todo lo escucha y que mejor mande a la familia Saab de vacaciones para que no los capturen«, indicó Escorcia.
La abogada, de 28 años de edad, aseguró que siguió instrucciones de sus jefes de hacerle el juego al policía investigador. Incluso fue autorizada para entregarle un iPhone al uniformado con el que se comunicaba con ella. De acuerdo al fallo contra Pinto Rúa, este aspiraba a recibir unos $160,000.
El 26 de septiembre cuando la abogada ya había recogido una cuantiosa información sobre la investigación confidencial y la posible captura de Saab y sus familiares, denunció al patrullero por extorsión.
En ese momento, el operativo policial para detener a Saab y a los demás ya había fracasado, pues los agentes no encontraron a ninguno de los sospechosos principales que preveían arrestar en Barranquilla ese 25 de septiembre.
«Fue devastador para todos nosotros. Había sido una investigación absolutamente seria con la Unidad de Lavado de Activos, trabajándola muy de cerca con la DEA y el FBI”, expresó a Univisión el general Luis Vargas, entonces jefe de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía (Dijin).
Redacción Maduradas con información de Univisión.
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