Más penurias. La crisis económica podría extenderse durante casi 5 años debido al desastre económico impulsado por las ineficientes políticas del gobierno de Nicolás Maduro que de mantenerse en el poder, podría hacer que esos 5 años se extendieran o llevar al país aceleradamente a su destrucción total.
Durante el foro Perspectivas Cavenarg, realizado este jueves, Tripier recomendó a las empresas que durante el período de turbulencia política y económica, en el que entró el país desde el segundo trimestre de 2016 y al que se suma la crisis eléctrica, prestar mayor atención al entorno para evitar cualquier amenaza regulatoria o errores no forzados.
Créditos EFE / Miguel Gutiérrez
«Hay una fuga importante del talento y no de una empresa a otra, sino de un país a otro”, detalló, al tiempo que aconsejó a las compañías preguntarse lo que quieren y pueden retener, y en base a ello, reformar las estrategias.
Detalló que de los 30 millones de venezolanos, alrededor de 15 millones corresponden al estrato E, el más pobre, de los cuales 2 millones y medio son indigentes.
En ese sentido, recordó que ese estrato pobre fue el que le dio el piso político al gobierno de Hugo Chávez y ahora a Nicolás Maduro, pero resaltó que debido a la crisis económica actual el Estado no cuenta con los mismos recursos para los programas sociales, pues el país está en modo de supervivencia lo que, sostuvo, puede incidir en el aumento de la pobreza.
Indicó que, de acuerdo con cifras hasta el 16 de abril, 89,94% piensa que la situación económica es grave; 67,85% no cree que mejore, mientras que 52,85% no tiene confianza en el presidente Maduro para resolver los problemas económicos.
La situación con los proveedores internacionales, enfrentamiento Irán-Arabia Saudita, expectativa de default para este año, los precios del petróleo sin recuperación ($27,03 en promedio), China en recesión, arbitrajes y litigios son factores económicos internacionales que impactan la economía nacional, destacó.
Tripier precisó además que el entorno emocional del venezolano ha desmejorado debido a la situación del país: la preocupación pasó de 70% a 75%; la porción de la población que siente confianza pasó de 29% a 24%; el pesimismo aumentó de 37% a 44% y el optimismo disminuyó de 62% a 55%; los venezolanos que se consideran contentos pasaron de 44% a 33%; las personas que se consideran molestas aumentaron de 55% a 65% entre febrero y abril de 2016.
También apuntó que los esperanzados descendieron de 76% a 71%, incrementándose también el nivel de los frustrados, que pasaron de 21% a 28%; las personas que se sienten más tristes subieron de 41% a 51%, mientras que los felices disminuyeron de 57% a 47%.
Por su parte, el director del Centro de Estudios de Finanzas y Economía y profesor de la UCAB, Ramiro Molina, precisó que el servicio de deuda de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) ronda los 8.000 millones de dólares, la cual debe pagar entre 2016 y 2017.
Señaló que la estatal puede obtener 3.000 millones de dólares de reducir sus acciones en las empresas mixtas de las que forma parte, como fue el caso de Rosneft el pasado febrero, cuando la petrolera rusa acordó un pago por 500 millones de dólares por elevar su presencia en Petromonagas de 16,67% a 40%.
Afirmó que el gobierno podría percibir alrededor de 1.600 millones de dólares si concreta con el gobierno de Nicaragua un pago de las obligaciones por la venta a crédito de crudo y combustible, en condiciones semejantes a las acordadas con República Dominicana y Jamaica como parte del convenio de Petrocaribe.
Molina destacó que uno de los inconvenientes que afronta Pdvsa, más allá de la caída de los precios del petróleo, es la calidad del tipo de crudo que produce, pues apuntó que predominan más las mezclas de pesados y extrapesados por encima de los livianos, deteriorando así el valor comercial de la cesta en comparación con otros crudos de referencia internacional como el West Texas Intermediate (WTI).
El economista prevé que la economía venezolana cierre 2016 con una inflación de 400% y una contracción de 8%, pues consideró que, aunque parezcan cifras conservadoras ante las de otros analistas u organismos, el comportamiento de los agregados monetarios puede incidir en estos indicadores.
“La tasa de expansión monetaria está creciendo a un ritmo mucho menor que los precios, el gobierno en términos reales está gastando mucho menos y la inflación está generando que los venezolanos consuman menos, no hay tanta gente dispuesta a pagar lo que sea por los bienes”, explicó.
Con información de El Estímulo