Rusia y Estados Unidos han tomado los papeles protagonistas en la crisis política de Venezuela, donde el presidente encargado, Juan Guaidó, lidera un proceso de cambio que quiere poner fin al régimen de Nicolás Maduro.
Composición Maduradas. Foto: AP.
Por un lado, el gobierno estadounidense lleva la batuta en la lucha internacional contra el régimen, les ha impuesto múltiples sanciones a sus funcionarios y reconoce a Guaidó como mandatario nacional. Por el otro, Rusia sigue firme en su apoyo a Maduro, por lo cual se mantiene cooperando económica y militarmente con sus Fuerzas Armadas.
Una nota de BBC Mundo expone las reacciones de los voceros políticos de cada nación.
Después de la llegada de dos aviones con cerca de 100 militares rusos, el mismo presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que “tenían que salir”. Comentario que fue respaldado por el enviado especial de su gobierno para Venezuela, Elliot Abrams, quien aseguró que “los rusos pagarán un precio”.
La respuesta desde Moscú tampoco fue amigable. «¿Qué significa salir? ¿Son los turistas los que tienen que salir? ¿Son las compañías de energía las que tienen que cancelar sus contratos?», dijo María Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Para Zakharova, “decirle a Rusia que ‘salga de Venezuela’ es excesivo. Esto es una total groseríaa escala global”.
La profesora de ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad de Los Andes (Colombia) Sandra Borda explica que el discurso estadounidense busca que Maduro ceda ante las amenazas.
«Pero si en vez de ceder, Venezuela decide enfrentar la amenaza como lo hace con esos militares rusos, entras en un escenario donde el escalamiento de la amenaza de parte y parte puede llevar a un escenario que todo el mundo está tratando de evitar: el del verdadero uso de la fuerza«, explicó la analista.
Redacción Maduradas con información de BBC
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