Recientemente, se dio a conocer el caso del inmigrante venezolano Gregorio Amundaraín, quien laboraba como repartidor de comida, cuando fue agredido verbalmente por el dueño de un restaurante en Washington CD, en Estados Unidos. La razón de la agresión sería que el joven no dominaba el idioma inglés.
Aparentemente, según comentó el venezolano, habría llegado al establecimiento para atender una solicitud de delivery y, al no dominar completamente, el idioma, el hombre se molestó y comenzó a exigirle que aprendiera el inglés, bajo el argumento de que ese no es su país.
«Simplemente, se enoja porque no domino el idioma. Trató de humillarme», aseveró.
Durante una entrevista brindada al programa Despierta América de Univisión, aseguró que sintió temor por la desmedida reacción del hombre, pero también expresó agradecimiento hacia las autoridades por haberlo ayudado.
El caso de Amundaraín se hizo viral no solo por la acción del dueño del establecimiento, sino por la tranquilidad con la que el hombre asumió la situación. Además de grabar el momento, se le pudo ver completamente calmado, sin expresar molestia ante el hecho.
Al parecer, el dueño del restaurante tenía un perro, por lo que Amundaraín sintió temor y trató de expresárselo al dueño del local en español, lo que detonó el enojo del hombre.
«Yo le dije que se acercara a mí porque había un perro y me daba miedo. Me quedo sorprendido porque primera vez que yo busco un pedido y hay un perro«, añadió.
Del mismo modo, agradeció al influencer Carlos Eduardo Espina por haberle obsequiado $5,000 para que se mantenga mientras busca trabajo, ya que, actualmente, no tiene, luego del incidente.
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Redacción Maduradas
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