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¡HABLÓ EL QUE MANDA! Fidel Castro acusa a médicos venezolanos de sabotear ayuda a Palestina

Un viejo refrán nos dice “éramos muchos y parió la abuela”. Perfectamente aplicable a la situación que tras la visita del presidente Nicolás Maduro a Fidel Castro –quien debería ser su abuelo si seguimos la historia de estos tres lustros en la que Hugo Chávez nos decía que Fidel era su padre y donde ahora Maduro nos repite que es hijo de Chávez– pidiendo línea de acción ante la situación venezolana se presentó tras ese encuentro.

Fidel Castro

Bueno, dejando de lado lo anecdótico, el encuentro de ayer en La Habana indica mucho que para el mandatario criollo el oráculo fidelista esta cada día más vigente en medio de esta debacle donde el chavismo-madurismo ha quebrado un país que recibió al menos un millón de millones de dólares por el petróleo en ese mismo lapso.

Maduro fue a consultas en Cuba. La crisis se lo está comiendo y aún no se atreve a tomar medidas. Tan solo hoy en un reporte de El Nacional se habla de tres grupos en pugna por la mejor propuesta económica: Rafael Ramirez, Jorge Arreaza y Nelson Merentes. Hasta Schemell, un encuestólogo cercano al gobierno, le dijo en Globovision al colega Vladimir Villegas, ex miembro del gobierno de Chávez, que ya el tiempo a Maduro se le había agotado en el sentido de tener que tomar medidas urgentes ante la debacle económica vigente y en acelerado proceso de empeoramiento.

El encuentro de Nicolás con Fidel nos dio una sorpresa adicional a la de solicitar consejo del “sabio” que ha llevado el socialismo-comunismo cubano, en más de 50 años de ejercicio, a su mejor expresión de un rotundo fracaso en la calidad de vida del pueblo cubano.

Fidel utilizo el tema Gaza, el enfrentamiento palestino israelí, para atacar de retruque a los médicos venezolanos, a las clínicas y hospitales privados de Venezuela, por haber pedido acciones de emergencia y medidas humanitarias ante la crisis de insumos, medicinas y el cierre de operaciones selectivas para solo atender lo que se pueda de las miles de emergencias en todo el país.

Castro le dio el guion a Maduro. Perfecto para la distracción diaria que desde Enero (lo mismo en 15 años) de este año nos tiene Nicolás anunciando medidas que nunca dicta.

Para el cubano esta declaración de los médicos venezolanos obedece a sabotear la ayuda del gobierno venezolano a los habitantes de Gaza con medicinas y alimentos que hoy escasean en su propio país.

No contento con haberle dado instrucciones y consejos a Maduro el octogenario Fidel pública lo que le sugirió al venezolano en el diario Granma de hoy. Felicita Castro a otro de sus pupilos del Frente Francisco de Miranda, Elías Jaua, por ser un incansable colaborador de Maduro. ¿Lo atornillará en el gabinete o en la vicepresidencia otra vez? Extraemos del artículo los renglones que tiene que ver con esta denuncia:

“Nuestro mundo está viviendo un momento excepcional y único, cada día es mayor el número de personas que está pendiente de ello. Entre tales acontecimientos, uno de los más dramáticos es el genocidio que se lleva a cabo en la Franja de Gaza, donde 1,8 millones de seres humanos viven acorralados entre el desierto, el mar y el poderío militar de un país del Oriente Medio, donde el imperio más poderoso que ha existido nunca ha creado a lo largo de más de medio siglo, y a un costo, según algunos estimados, que se aproxima a cien mil millones de dólares, una potencia militar nuclear sofisticada y a la vez irresponsable. Muchas personas se preguntan: ¿Quién gobierna a quién, Estados Unidos a Israel o Israel a Estados Unidos?

Los hechos son visibles. Cohetes con blancos programados, bombarderos veloces y precisos, artillería blindada y tanques modernos, atacan edificios repletos de personas, así como a hospitales, escuelas e instalaciones de servicios; matando niños, jóvenes, ancianos, madres y padres indefensos.

Antes ocurrían hechos atroces. Sin remitirnos desde luego a pasados milenios, sino a luchas que sucedían antes de la Segunda Guerra Mundial: guerra de Etiopía, Guerra Civil de España, bombardeo de Guernica, guerra de Japón para conquistar a China, intervenciones de Estados Unidos en América Latina; hechos que causaban conmoción, pero que en nada se parecían a las espeluznantes escenas que hoy se observan en las imágenes que cada ciudadano ve hoy en sus hogares por televisión. Los políticos se turban y el caos se hace evidente en la política mundial.

Por ello resultó tan útil el encuentro con el Presidente Venezolano. Me pareció sin embargo que guardar silencio no beneficiaría a nadie. Con la mayor sinceridad lo felicité por lo que estaba haciendo por el pueblo mártir de la Franja de Gaza. Que los países que sufren una tragedia merecen una ayuda continua en la medida de los recursos de un país, por dura que sea su propia situación. Eso fue lo que hizo Cuba, aun en sus tiempos más difíciles, bajo el feroz bloqueo yanki que dura ya más de medio siglo.

Lo que hace hoy Venezuela es un ejemplo excepcional. Son conocidas las medidas púnicas del imperialismo contra ella, desde que intentaron derrocar a Chávez con el apoyo de la oligarquía fascista de Venezuela, y eliminarlo si fuera posible. Éste nunca vaciló y fue solidario con nuestra Patria en los tiempos más difíciles.

Felicité a Maduro por su extraordinaria solidaridad con el pueblo heroico de la Franja de Gaza. Apenas llegaron noticias del genocidio y el elevado número de niños, madres y personas heridas o asesinadas por los ataques genocidas de Israel, ordenó preparar un avión militarde carga, de fabricación norteamericana, que solo con grandes dificultades puede superar el bloqueo de piezas por sus fabricantes, y enviarlo con equipos, medicamentos y alimentos esenciales a Egipto con destino a Gaza; envió además al incansable Ministro de Relaciones Exteriores a El Cairo a fin de obtener el apoyo pertinente para hacérsela llegar a quienes desesperadamente lo necesitaban.

Desde entonces los valientes pilotos venezolanos transportan su carga salvadora, que permite salvar madres, niños y adultos de la muerte. Leía hoy sin embargo un despacho de la agencia AP procedente de Venezuela, en el que se publican declaraciones de la “Asociación de Clínicas y Hospitales de Venezuela, que agrupa” a “centros de salud privados del país”, pidiendo al Gobierno que se declare una “emergencia humanitaria” para hacer frente a la “escasez de insumos, medicamentos, equipos médicos y repuestos” que, aseguran, “ponen en riesgo la vida de la población.”

¡Qué enorme casualidad! Esta demanda se realiza precisamente cuando en la Franja de Gaza se produce el genocidio yanki-israelita de la zona más pobre y superpoblada de esa comunidad que ha vivido allí a lo largo de milenios.

Eso es lo que hace tan meritoria la conducta de Maduro y los militares y especialistas venezolanos que llevan a cabo tan ejemplar conducta ante la tragedia del pueblo hermano de Palestina”.

Muchas cosas se podrían decir ante este hecho notable si el Homo Sapiens lograra vivir, lo que estaría en sus manos, y no se extermina a sí mismo.

Durante un recorrido por áreas que implican grandes perspectivas alimentarias, aparecen dos trabajadoras. Les pregunté si conocían al acompañante. Lo miraron bien y dijeron: “El presidente Maduro”, y sonrieron con picardía. Les pregunté qué nivel de escolaridad tenían. La más joven dijo: “12 grados”. La otra, todavía joven y fuerte, respondió que era graduada como profesora de Educación Física y Deportes, en lo que trabajó varios años. Finalmente les pregunté si estarían dispuestas a trabajar en Venezuela, y con entusiasmo me respondieron: “¡Por supuesto que sí!”.

No me extiendo si pretendo publicar este escrito hoy mismo, como le expresé al Presidente venezolano.

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