El pasado martes 9 de agosto, fueron encontrados los restos óseos humanos del adolescente Kesvin Gómez Colina, de 16 años de edad, quien estaba desaparecido desde le pasado 17 de noviembre de 2020. De acuerdo con El Siglo, autoridades habrían encontrado, específicamente, una osamenta en Maracay (estado Aragua).
El Siglo
El hallazgo fue realizado por efectivos del Servicio de Investigaciones Penales del Instituto de la Policía de Aragua y del Cicpc Base Municipal Maracay, con apoyo de personal especializado de antropología forense del Senamecf, luego que el asesino los condujo al lugar donde enterró a su víctima.
El autor material del hecho habría sido Raymon Alejandro Hidalgo Moreno, de 23 años, quien confesó que mató al joven porque se le «metió el diablo».
El día de los hechos, Kesvin habría salido de su vivienda en Piñonal, en horas de la tarde, con destino a la casa de una prima. Por entonces, vestía una camisa manga larga azul, una bermudas del mismo color y unas «cholas» Jordan.
Pasadas las 3:00 pm, nadie de su grupo familiar y entorno social había sabido de él. De hecho, llegó la noche y no se sabía nada del adolescente. Por esto, su madre, Geraldine, se preocupó, ya que presentía que algo malo había ocurrido.
«Mi hijo salió a la casa de un familiar y nunca llegó (…). El ciudadano Raymon Hidalgo lo interceptó en el camino, con mentiras y lo llevó hasta el lugar donde lo asesinó, tuvo control sobre él y mi hijo quedó indefenso», dijo la progenitora de la víctima a El Siglo.
Aseguró que, según le informaron autoridades, su hijo no tuvo oportunidad de defenderse del ataque. De hecho, detalló que se manejan dos teorías: que la muerte fue ocasionada por una herida de arma blanca o por un fuerte golpe en el cráneo.
«Seguramente eso lo aprovechó ese psicópata, que sin duda alguna, con todo lo que hizo, y ha dicho después que lo detuvieron, sentía las ganas de experimentar esas ganas de matar pro primera vez. Posiblemente vio la debilidad de mi hijo, indefenso y lo atacó sin piedad y le hizo todo ese horror», manifestó la mujer.
Además, comentó que desconocía si Hidalgo Moreno tenía algún vínculo con su hijo, pero señaló que algunos vecinos lo conocían, ya que el presunto homicida mantenía relación social con algunos jóvenes de la zona.
El engaño
Se pudo conocer que el presunto asesino engañó a su víctima asegurándole que le compraría las entradas para una fiesta que estaban organizando.
«Como pudo lo envolvió y le aseguró que el dinero lo tenía en la casa que cuidaba, por lo que le pidió que lo acompañara. Fue así como se lo llevó bajo engaño«, describió una fuente policial.
Por ahora, no hay evidencias que permitan suponer que el sujeto intentara abusar de Kesvin, pero sí se pudo saber que el joven se defendió e incluso le mordió una mano.
El hallazgo
Geraldine aseguró que, donde encontraron la osamenta, no encontraron el resto del cuerpo de Kesvin. Al parecer, esto se debe a que el supuesto asesino habría desenterrado y enterrado el cadáver al menos tres veces porque, al parecer, sentía que este «lo atormentaba».
«El Cicpc pudo conseguir de las caderas hasta el cráneo«, puntualizó y detalló que Hidalgo Moreno afirma que, cuando cometió el crimen, estaba «drogado».
«Pido justicia para mi hijo, ese nombre no tuvo piedad. Durante casi dos años no sabía a quién lloraba, si lo hacia por un vivo o por un muerto. El corazón de una madre no se equivoca, aunque no lo quería aceptar, yo sabía lo que había ocurrido, porque, en la noche de ese día, sentí que me lo arrancaron de mi alma«, agregó.
En ese sentido, pidió justicia al régimen de Nicolás Maduro y, especialmente al fiscal Tareck William Saab, a la gobernadora Karina Carpio, al comisario Douglas Rico y a todas las autoridades civiles y judiciales que tengan competencia.
El Siglo
Perfil del asesino
De acuerdo con testimonios de habitantes de Piñonal, Raymon Alejandro era conocido como «El Violador», porque, aparentemente, en 2015 fue señalado de tratar de abusar sexualmente de algunos niños de ese sector.
«Ese hombre no hablaba mucho, se le veía caminando de calle en calle, algunas madres le tenían miedo«, comentó una vecina.
Además, otros residente alertaron que una vez lo expulsaron de un sector de la zona por que «tocó» a una niña: «Se salvó porque corrió fuerte. Cuando lo descubrían, él inmediatamente se iba y se escondía fuera del sector, y muchas veces viajaba a Colombia».
Redacción Maduradas con información El Siglo
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