Venezuela sin duda se ha convertido en una sociedad marcada por la tragedia: en 2016 el país sufrió 28.479 muertes violentas, una cada 18 minutos. El secuestro es, actualmente, una de las mayores amenazas, sobre todo para las clases media y alta.
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Según un reportaje publicado por El Mundo, la industria del secuestro crece sin parar. El criminólogo Fermín Mármol calcula que en 2016 se llevaron a cabo 3.000 secuestros exprés, la mitad de ellos no denunciados.
Otros expertos, como Marcos Tarre Briceño, precisan que el 10% de los casos acaban con la muerte de los plagiados.
Una encuesta de victimización realizada en 2009 por el Instituto Nacional de Estadística arrojó un número tan elevado de secuestros, 16.000, que nunca más se ha vuelto a hacer.
El reportaje también revela que la inflación de la moneda local ha provocado que las bandas pidan que los rescates se paguen en dólares. Asegura también que hay familias que ya cuentan con un dinero en efectivo en caso de que ocurra algún secuestro.
La amenaza ha crecido tanto que se imparten cursos de cómo enfrentarse a un intento de secuestro, incluso de cómo comportarse si ya se está bajo el control de los delincuentes.
Con información de El Mundo
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