Sería inútil gastar palabras presentando a María Conchita Alonso. Usted la conoce, su familia la conoce, yo la conozco… el Gobierno la conoce… Y, cáigale bien o no, muchos nos hemos sentido orgullosos al verla en el cine o en la tv durante tantos años… “¡Esa es venezolana!”, piensa uno y sonríe.
Bueno, porque básicamente es tan venezolana como una tajada. Y en estos momentos, mientras la revolución intenta revocar su nacionalidad, pues, es necesario tenerla presente. Y es que siempre ha sido una embajadora de este país. Siempre polémica, en medio de escándalos; es una mujer que ha dicho y hecho lo que le ha pasado por la cabeza. Es real. Y eso debe, cuando menos, respetarse.
Desde los Estados Unidos, María Conchita sigue activa en lo que considera una misión primordial: informar, educar, dar a conocer la realidad de los venezolanos; denunciar las violaciones a los Derechos Humanos Y, como miembro de AVER (Alianza de Venezolanos Exiliados en Resistencia), intenta darle más forma y contundencia a sus palabras y además es una punta de lanza para la lucha por los Derechos Humanos desde el exterior.
Mientras una canción que grabó con Rudy la Scala sale al público, nos ocuparemos de algo que también proporciona inmensa cantidad de temas para hablar… y lamentar: Venezuela.
María Conchita, la semana pasada hubo un furor con la celebración de Back To The Future… regresemos nosotros al pasado… Si alguien le hubiera preguntado a la María Conchita que participó hace 40 años en el Miss Venezuela, cómo esperaba o deseaba que fuera el futuro de su país, ¿qué hubiera respondido?… ¿acaso algo similar a la realidad actual?
Esta pregunta es más difícil ahora que cuando el Miss Venezuela… En aquel entonces jamás hubiese pensado que el país se convertiría en otra Cuba, ¡jamás! ¿La verdad? No sé cuál hubiese sido mi respuesta a los 18 años, pero imagino algo así: “quiero que Venezuela siga creciendo, produciendo, y que todos tengan la misma oportunidad de vivir una vida tan feliz como la mía”.
¡Pero bueno, qué sé yo lo que hubiese dicho en ese entonces! Ahora me cuesta mucho, sabiendo lo que en ese tiempo no sabía, que había que pararle más a los que menos tienen; pasarles una mano, escucharles, atenderles. Por eso estamos donde estamos, porque los rojos se aprovecharon del trabajo no tan bueno que hicieron muchos de los que creemos en libertad y democracia.
¿Qué se siente que un grupo que está en el poder decida, así por mero capricho, tratar de eliminarte como venezolana, revocarte la nacionalidad? Eso no me cabe en la mente…
Me da risa porque se creen que con esto me van a… ¿qué?… La verdad no sé… Quizá sea una cortina de humo para ocultar los verdaderos problemas del país.
Bueno, aquí lo que sobra son cortinas de humo…
-No pueden quitarle la nacionalidad a alguien… si es que respetan la Constitución.
Ahí está el detalle…
Cuando uno llega al país -menor de cinco años- tienes los mismos derechos que un venezolano por nacimiento, menos ser Presidente. Pero como se pasan la Constitución por donde ya sabemos (mira al Nico, que nació en Colombia y es “Presidente”), ellos harán lo de siempre, lo que les dé la gana.
El país se lo sigue calando, aceptando y los políticos de la “oposición” permanecen mudos en exigir antes que nada, antes de llamar a “elecciones”, ¡su certificado de nacimiento!…porque de paso tiene doble nacionalidad.Y eso tampoco permite ser Presidente de la República… sin mencionar que en las últimas “elecciones” no ganó…
-O sea que no estás muy pendiente del aspecto legal de esa situación…
No pienso prestarle la más mínima atención en cuanto a la legalidad. El amor que le tengo a mi país, el haberlo representando múltiples veces alrededor del mundo, el ser lo que soy, nadie me lo puede arrebatar, a no ser que me arranquen el corazón y me quiten lo bailao’… ¡y esta gente jamás podrá hacerlo!
¿Cuánto te afecta estar pendiente día a día de lo que pasa en tu Venezuela, ¿cómo son tus conversaciones con amigos, colegas artistas?
Cuando Chávez se postuló como candidato a la presidencia puse mi carrera de lado, no quería hacer más nada sino luchar porque Venezuela no cayera en las garras del comunismo. Sabía lo que vendría… Tenía que recordarle al país lo que Chávez había hecho, educar sobre lo que vendría si ganaba.
Fue algo que me salió del alma, no podía permitir que mi madre adoptiva viviese el mismo infierno que mi madre de sangre; no podía permitir que les robaran a los niños su infancia, a los estudiantes su juventud, vivencias y felicidad. Cuánto duele que ellos no hayan tenido la suerte que yo y millones tuvimos, de disfrutar esa Venezuela, que obvio, aun con mucho que mejorar, lo tenía todo…
¿Qué sentiste, cómo reaccionaste, cuando te enteraste de la muerte de Chávez?
No me alegro de la muerte de nadie… con excepción de aquellos que lo único que han traído es sufrimiento, burla y miseria… ¡Sabes? ¡Me alegró! Lo siento, pero me puse muy contenta. Mejor hubiese sido que muriese lentamente con su enfermedad, en una cárcel. Pero no fue así. ¡Ah! Y no hice fiesta, como por ahí dijeron…
¿Cuál tu análisis de Venezuela hoy, casi a un mes de las elecciones parlamentarias, con un régimen que ha destruido el país, pero con una oposición (MUD) que no ha asumido la gran responsabilidad histórica que tiene. ¿Cómo ves la cosa?
-Bueno, te lo resumo en pocas palabras: complicidad. Abuso. Cinismo. Aprovechamiento. Mentiras. Egos… Fraude.
Información de Newsweek.