Una mujer que administraba un prostíbulo ubicado en Bronx, en Bogotá, Colombia, contó todas las vejaciones de las que fue testigo en el lugar, en el que aún vive después de que hace dos años la policía la tomara.
En Bronx habitaban bandas dedicadas al contrabando y tráfico de drogas, armas y personas, así como también la pornografía infantil. Al menos 200 mujeres eran obligadas a prostituirse entre ellas ocho menores de 13 años de edad.
Mónica (45) relató que se fugó de su casa muy joven. Trabajaba en una empresa de noruego, pero la droga la consumió y terminó prostituyéndose.
«La prostitución nunca fue mi mundo, porque para mí hacer el amor es un arte, entonces tendría una clientela muy tremenda», contó.
Confesó que al lugar llegaban hombres de todo tipo, algunos sucios, borrachos y con mal olor y otros en camionetas blindadas que se llevaban a las mujeres a moteles.
«A una niña la contrataban a 1.000, 2.000 y hasta 3.000 pesos (entre 0,3 y 1 dólar)«, mencionó.
Las mujeres eran obligadas por los clientes a todo tipo de actos. Mónica afirmó que muchas veces presenció los maltratos que estos sujetos cometían hacía las trabajadoras sexuales.
«Escuchaba el golpe en la pared y me asomaba a ver qué pasaba y me decían que ellos habían pagado, que podían hacer lo que quisieran«, comentó.
En el año 2016 el sector Bronx, considerado el más peligroso del país fue allanado por la Policía. Se supe que allí desaparecían a las personas, las asesinaban, torturaban enterrandolas vivas en paredes o echándolas a perros hambrientos.
Redacción Maduradas con información de Infobae