Régulo García Castro, miembro del Movimiento Nacionalista, el cual fue acusado en 2018 de haber participado en la Operación Gedeón en la que fue abatido Óscar Pérez, fue recientemente liberado como parte de los presuntos “indultos” otorgados a 110 opositores venezolanos por el régimen de Nicolás Maduro.
La Voz de América
El joven de 28 años de edad comentó que, durante sus dos años de reclusión, fue sometido a torturas de forma continua. A pesar de haber estado en tres prisiones diferentes, asegura que los calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) son en donde obtuvo sus “peores” recuerdos. Allí, según comentó a La Voz de América, pasó 15 días.
Detalló que, entre los malos tratos recibidos en la referida dependencia, destacan los golpes a las costillas y las descargas eléctricas. Estas últimas son frecuentes en los calabozos en los que permanecen los presos políticos venezolanos.
«Nos metían mucha corriente. Comienzan por los lados más superficiales hasta el punto de llegar a los testículos. Es el punto final donde cualquier hombre entra en caos. Ese es un dolor demasiado grave. También tienen sistema de ahogamiento. Te ponen una bolsa encima y te dejan inconsciente. Te arrodillan y te dan golpes con tablas en la planta de los pies. Nos echaban la comida en el piso. Nos daban agua solo una vez al día. Apenas 5 litros entre 13 personas», alertó.
Del mismo modo, aseveró que, cuando escuchaba gritos provenientes de otras celdas, temía que pudiera tratarse de algún familiar que hubiese sido capturado y que los estuviera torturando.
Redacción Maduradas con información de La Voz de América
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