Ayer, antes de que despuntara el sol, la barcelonesa Yoleinis Campos salió de su casa en el sector La Orquídea, en la entrada a la ciudad capital, con el fin de recorrer los supermercados del eje norte de Anzoátegui para tratar de conseguir los productos de la cesta básica que no tiene: harina de maíz precocida, pollo, carne, papel higiénico, aceite y azúcar a precio regulado.
Personas que amanecieron haciendo filas en los alrededores del abasto de una red de mercados del gobierno llenó tres cuadras para adquirir pollo, harina y papel higiénico.
A las 5:00 am, junto con su suegra, comenzó su cruzada. Una hora después, ella era un de las decenas de personas que llenaron tres cuadras en los alrededores del Abasto Bicentenario de la avenida Jorge Rodríguez de Barcelona. La progenitora de su esposo se quedó en la cola del supermercado Central Madeirense de Puerto La Cruz porque era más corta.
“A las 2:00 am empezó a llegar la gente al Bicentenario y después de las 8:00 am fue que empezaron a repartir los números para poder entrar… No voy a los abastos y al Mercal de Mesones ni de esa zona (La Orquídea) porque hay mucha inseguridad allí… Los revendedores son los que más compran… Todo esto es culpa del gobierno que tenemos”.
Este sábado vendieron pollo, carne, harina de maíz precocida, papel higiénico y arroz en el local del antiguo Éxito. Los consumidores que madrugaron hicieron una larga fila que abarcó tres cuadras para obtener un ticket que les permitiera ingresar al recinto, contó Yasnobi Albornoz, quien reside en el sector porteño El Paraíso.
Hasta cinco colas
El ama de casa Yorgelis Díaz y otras personas que estaban en la fila a las 10:00 am indicaron que a primera hora de la mañana de ayer, empleados del abasto repartieron unos mil números para entrar a comprar, pero quedó una cantidad similar de usuarios sin boletos, a quienes les dijeron que si se mantenían en la cola los dejarían pasar. A la 1:30 pm ya no había compradores en los alrededores del abasto.
Campos, Albornoz y Virginia Rivero, habitante del sector Camino Nuevo de Barcelona, contaron que para adquirir los productos que están escasos deben hacer de tres a cinco colas en los Bicentenario y hasta en otros abastos: una en la calle o en las adyacencias del local para recibir el número, otra adentro para obtener el artículo y la última en la caja de pago.
Detallaron que en varias oportunidades, como ocurrió ayer, deben realizar hasta cinco filas porque hacen una para cada artículo regulado que el recinto saca a la venta.
Rivero dijo que ahora hace las colas con más frecuencia porque debe recorrer varios sitios para adquirir los artículos al precio oficial, pues en el comercio informal los venden muy caros. “Lástima que hemos llegado a esto para poder comprar la comida. Trabajo de lunes a viernes y agarro los sábados para recorrer los supermercados”.
Tanto Yoleinis Campos como Yasnobi Albornoz hacen colas dos o tres veces a la semana porque la escasez de los productos se acentuó en diciembre y también porque los venden en cantidades limitadas. Lo que adquieren les alcanza para una semana o 10 días.
A mediados de enero la presidenta del Movimiento Iniciativa de Consumidores de Anzoátegui, Milagros Villafane, informó que los estudios realizados por la organización arrojaron que el desabastecimiento empeoró entre finales de 2013 y los primeros días de 2014, por la falta de producción nacional y porque casi todos los productos son importados. Apuntó que las colas para comprarlos también arreciaron.
En distintos supermercados
Este sábado no sólo se registraron largas colas para comprar productos de la canasta básica en el Abasto Bicentenario de la avenida Jorge Rodríguez. En los supermercados Central Madeirense y Unicasa también hubo filas de consumidores. En todos estos establecimientos las ventas son limitadas: dos pollos por persona, dos piezas de carne, dos o cuatro kilos de harina y dos o tres paquetes de cuatro rollos de papel sanitario o uno grande de 12 unidades, así lo reseña El Tiempo en su portal.