Carmel Mauda, de 25 años de edad, quien dirigía el centro Baby Love en Rosh Ha’ayin, Israel, fue detenida tras ser acusada de violencia sistemática contra 11 niños, de tres meses a tres años, entre el 27 de mayo y el 16 de junio.
La joven en reiteradas oportunidades agredía a los menores de edad “por horas”, los cubría con sábanas y se sentaba sobre ellos para impedir que se escaparan, levantaba a los niños más pequeños por los brazos y los lanzaba al suelo o zarandeaba a los bebés. Además, los obligaba a parase con la frente pegadas a la pared durante tiempos prolongados.
También golpeada a los infantes con pañales o los abofeteaba. Llegó incluso a forzar a un niño a que se comiera el contenido de un plato en el que este había vomitado, explica la hoja de los cargos.
Cada uno de esos eventos fueron grabados por las cámaras de seguridad del lugar y difundidas a la opinión pública, originando una serie de manifestaciones en el país. Inclusom las protestas llegaron a hasta las adyacencias del hogar de Mauda, que posteriormente fue quemado, reseña The Times of Israel.
Al momento de la detención, la joven negó las acusaciones en su contra. Pero, después de que le mostraran las evidencias en video, confesó sus acciones e indicó a los investigadores que ella es «Un monstruo» y que «Era Satanás aquí».
Redacción Maduradas con información de Perú21
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