Europa recibe de Rusia casi el 40% de su gas natural y el 25% de su petróleo, y es probable que se vea muy afectada con los repuntes de las facturas del gas y la calefacción, las cuales ya están aumentando, esa sería una de las principales consecuencias económicas para los países europeos por el conflicto actual entre la nación gobernada por Vladímir Putin y Ucrania.
Asimismo, por medio de una nota publicada en el portal de noticias Infobae, los periodistas Patricia Cohen y Jack Ewing precisaron que los países del mencionado continente, igualmente, dependen principalmente del rico suministro de energía, trigo, níquel y entre otros productos básicos.
Un ataque abierto de los soldados rusos —como el que ha comenzado en la madrugada de este jueves— podría provocar repuntes vertiginosos en los precios de los energéticos y de los alimentos, aumentar los temores inflacionistas y asustar a los inversionistas, una combinación que amenaza la inversión y el crecimiento de las economías de todo el mundo, se explica en dicha publicación.
Jason Furman, un economista de Harvard que fue asesor del expresidente de EEUU, Barack Obama, ha graficado mejor la situación y sus consecuencias: «Rusia tiene una mínima importancia en la economía global, excepto por el gas y el petróleo. Es, en esencia, una gasolinera muy grande», dijo según declaraciones citadas por el medio argentino.
TROPAS RUSAS EN UCRANIA
Putin, reconoció en un mensaje televisado, este lunes 21 de febrero, «la independencia de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk». Su discurso ha sido rechazado por el mundo occidental.
La Unión Europea (UE) ha reaccionado y señaló que el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las regiones separatistas de Ucrania es una «flagrante violación del derecho internacional». Por tanto, prometieron una reacción «con firmeza».
Los gobiernos de Francia y Alemania, que según el Kremlin fueron informados previamente de la intención de Putin de reconocer la independencia de las regiones rebeldes, expresaron su «decepción» por la decisión rusa y el presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En consecuencia, Estados Unidos y la UE acordaron una primera batería de sanciones que incluye la prohibición de entrada en territorio comunitario a decenas de altos cargos y políticos rusos, el veto a ciertas entidades financieras y al Estado ruso para operar en el mercado financiero y el sector servicios europeo, y un embargo comercial a las dos provincias ucranias declaradas en rebeldía.
El veto y la congelación de bienes europeos afecta a los 351 diputados del Parlamento ruso que apoyaron el reconocimiento de la independencia y a 37 altos cargos y entidades del sector de la defensa y de las finanzas, según ha detallado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, al término del consejo de ministros de Exteriores.
«COMENZÓ LA GUERRA»
Pese a las medidas tomadas por la UE y los aliados occidentales, como los Estados Unidos, Putin anunció este miércoles 23 de febrero una operación militar especial en la región del Donbás para «proteger» a la población y «desnazificar» la zona.
En el discurso, transmitido por la televisión nacional rusa, Putin instó a las fuerzas ucranianas a deponer las armas y volver a casa, diciendo que toda la responsabilidad por el posible derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del gobierno ucraniano.
Tras el discurso de Putin, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado, en el cual afirmaba que Rusia había lanzado «un ataque no provocado e injustificado» contra el pueblo ucraniano.
«El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano», dijo. «Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de forma unida y decisiva. El mundo hará que Rusia rinda cuentas», agregó.
Redacción Maduradas con información de Infobae y CNN
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