Sebastiaan Kulwanowski es un jovencito que vive en Bruselas y tiene una particularidad: imita sonidos cotidianos con su violín. Entre sus imitaciones más impresionantes y auténticas está la del sonido de al menos nueve animales.
Como si esto no bastara, el jovencito también reproduce los sonidos de los videojuegos: sables láser, sirenas, disparos y la banda sonora de Super Mario.
Sebastiaan toca el violín desde los 6 años de edad. Dice que su objetivo es “romper las barreras de la música clásica”.
Redacción Maduradas con información de La Patilla y PlayGroundMag.Net