“No hay custodios para sacar a los muchachos a ver el sol”, esa es la razón que dan los funcionarios del Sebin- el Helicoide, para justificar que no han sacado desde hace tres meses a los presos políticos y a los estudiantes recluidos en esa sede, a espacios abiertos a tomar el sol.
“Pálidos”, así describe Katiuska Ravelo, la madre de Ángel Contreras, uno de los estudiantes detenidos, a los jóvenes que se encuentran en esta sede del Sebin.
“Lleva un año y un mes preso, mientras sus tres hijos, gemelos de 2 años de edad y una niña de 7 meses, lo esperan en su casa en Guarenas. Está desesperado porque quiere ver a sus niños y porque atravesamos una situación económica difícil debido a que era sostén de su hogar”, relata la madre.
Sin embargo, asegura que su hijo ha sido bien tratado, en términos generales, por cuanto no lo han castigado, a diferencia de Gerardo Carrero, que estuvo en “la Tumba” en el Sebin-Plaza Venezuela.
“Los muchachos están psicológica y anímicamente mal porque quieren estar libres. Mi hijo padece de migraña, aunque en condiciones generales los jóvenes están bien. En mi caso no nos quejamos del trato de los custodios”, dijo.
A Contreras lo acusaron primero de ocultamiento de armas y luego de posesión de armas. Estaba el año pasado frente al PNUD con Carlos Pérez, Nixon Leal, Gerardo Carrera y Gerardo Resplandor, así como con otros tres jóvenes a quienes les concedieron libertad condicional.
El 4 de este mes fueron a una audiencia y Katiuska Ravelo cuenta que el “experto en balística” admitió que no revisó el arma de manera directa, sino de modus sui generis.
“Lo hizo por medio de un documento facilitado por la Policía Nacional. Los abogados defensores señalaron que la experticia carecía de valor, pero la juez dijo: ‘Él fue enviado por el Ministerio Público y sí él lo dice, así es”.
La próxima audiencia será el 22 de este mes.
Con información de El Nacional.