Rachel Hilyard, de 38 años, asesinó la madre de su expareja en abril de 2017 en el estado de Kansas, Estados Unidos, y ahora fue hallada culpable por el crimen.
La víctima era una mujer de 63 años, quien fue asesinada a cuchilladas cuando llegó a la casa de la asesina con su nieto de nueve años para buscar las pertenencias de su hijo.
Al parecer, las mujeres comenzaron a discutir por una pintura que quería llevarse aunque Hiliard la consideraba «muy especial» para ella, y el menor corrió a pedir ayuda a los vecinos quienes llamaron a la policía.
Estaban forcejeando en el garage de la casa, pero la señora terminó inconsciente sobre el suelo. La victimaria aprovechó para decapitarla.
Sobre el crimen, la mujer confesó: “Oía voces, donde me decían que no tenía mucho tiempo y aparté la cabeza de su cuerpo con la intención que su alma sea libre para que pueda irse al cielo”.
Cuando la policía llegó encontraron el cadáver en el garage y la cabeza en el lavadero de la cocina, por lo que detuvieron a Hilyard.
Redacción Maduradas con información de La República
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