Fabiola Ruiz es jefa de cocina y voluntaria de la Casa de Paso La Divina Providencia, en Colombia, y prepara junto a su equipo comida para que los venezolanos que pasan por la frontera con Cúcuta se puedan alimentar.
Foto: El Nacional
En exclusiva para El Nacional Web, Ruiz expresó que desde que comenzó a ayudar a los inmigrantes su vida cambió.
“La mujer que inició en esta casa de paso no es la misma hoy en día. Ver una problemática mayor que la mía me dio mucha fortaleza. Escuchar a los demás y darle voz de aliento me motiva a seguir cada día más”, dijo.
Contó que entre los casos que más la impactó fue ver a una madre y su bebé llorar por hambre.
“Era un niño que no caminaba; eso para mí fue duro. Luego de esa escena les compramos compotas y les hicimos un tetero. También comió pan y tomó chocolate. Ver a ese niño me tocó”, recordó.
De este comedor comunitario se benefician al menos 2.800 venezolanos. La jornada inicia a las 6:00 am con una avena o chocolate con pan y luego las segunda comida la comienzan a repartir a las 10:30 am hasta las 1:00 pm.
Comenzó a ayudar a los venezolanos luego de que el padre David Cañas le pidiera hacer una olla de sopa en la calle para repartirla a los inmigrantes.
“Ese día alcanzó para unas 200 o 250 personas. Cuando se nos terminó, muchos se quedaron sin comer; ellos nos pedían que por favor les diéramos las ollas para raspar con las manos lo poco que quedaba en el fondo. Esa escena me impactó; desde entonces decidí seguir con la obra junto al padre David”, contó.
Expresó que siempre ora para que la situación en Venezuela mejore: “no hay más nada qué hacer, simplemente se debe ayudar”, puntualizó.
Redacción Maduradas con información de El Nacional Web