Debido a la precariedad de las pensiones y jubilaciones que reciben los adultos mayores en Venezuela, estos se ven obligados a salir a las calles para buscar el sustento.
Crónica Uno.
De acuerdo con estimaciones de la ONG Convite, en 2022 aumentó la cantidad de personas mayores que decidieron volver a trabajar por no tener cómo cubrir gastos de medicinas y alimentos.
Victorino Carrillo es un de ellos, su día comienza a las 5:30 de la madrugada cuando sale hacia la avenida Sucre de Caracas para comenzar a recorrer las calles.
Con 71 años, de los cuales dedicó al menos 30 a trabajar en la administración pública como personal obrero del desaparecido Ministerio de Ambiente, donde asegura que todos los felicitaron porque tuvo un buen puesto.
«Cuando empecé a trabajar ahí, todos en el barrio me felicitaban porque había logrado un buen puesto. Esforzándome pude construir mi casa, me compré cosas y nada me faltaba, aún cuando la cosa se puso ruda”, recordó.
Ahora tuvo que decidir salir de nuevo a trabajar luego de varios años de retiro, vende caramelos de leche en las unidades de transporte público de Caracas y de esta manera se permite cubrir sus gastos.
«La cosa está difícil”, reconoció al explicar que muchas veces baja de varios autobuses sin recibir nada.
La más reciente encuesta de la ONG Convite, con una muestra de 3058 adultos mayores de varias regiones, determinó que 49 % estaba pensionado por el Seguro Social y 29 % jubilado por trabajar en alguna dependencia pública.
Sin embargo, al menos seis de cada 10 adultos mayores perciben menos de 50 dólares mensuales, lo que los obliga a buscar ingresos que le permita cubrir gastos de alimentación y medicinas.
Redacción Maduradas con información de Crónica Uno