Una tigresa blanca llamada Ginger, protagonizó un triste momento luego de que fue captada por los trabajadores del Santuario de Vida Silvestre Shalom, ubicado en Wisconsin en los Estados Unidos, “llorando” y “muy alterada” al darse cuenta que sus dos crías habían muerto en un accidente ocurrido dentro del mismo parque.
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El accidente ocurrió el pasado sábado 19 de noviembre, el dueño del santuario identificado como David Fecther, llegó en la mañana a tras visitar a la tigresa y la noto angustiada y hacía un sonido similar a cuando otro tigre, llamado Goliat, había fallecido.
Fecther decidió entrar al recinto de los tigres para verificar que todo estaba bien, pero se llevó la trágica sorpresa de que una de las cachorras llamada Nina, había fallecido, seguidamente el hombre se percató que faltaba otro cachorro llamado Khan, corrió rápidamente al gran santuario de los tigres y encontró el cuerpo del pequeño animal dentro de un estanque congelado.
Al parecer el accidente sucedió al amanecer, cuando los dos cachorros se encontraban jugando en un tronco que estaba sobre la superficie congelada; se resbalaron y cayeron dentro del estanque que estaba lleno de hielo.
Ginger auxilió a uno de los cachorros y lo llevó a la guarida donde se quedaban, y fue en ese momento que llegó Fecther y la tigresa intentó transmitirle su angustia para comunicarle lo que estaba ocurriendo.
El santuario publicó en su página de Facebook que Ginger continúa buscando a sus cachorros en los lugares donde jugaban normalmente y se le puede notar muy afectada por lo sucedido, ya que se puede ver con los ojos llorosos del dolor.
Redacción Maduradas
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