El exministro de Sanidad, Rafael Orihuela, aseguró en un reportaje publicado por La Verdad, que existe una gran debilidad en el sistema sanitario del país, por lo que pronostica un segundo brote epidémico de chikungunya que podría comenzar entre abril y mayo con el nuevo período de lluvias.
La onda epidémica que se elevó rápidamente el año pasado y que comenzó por los estados centrales y se propagó rápidamente por el resto del país amenaza de nuevo a la población. Las altas incidencias que marcó en su último repunte pudieran repetirse en solo semanas.
Orihuela, asegura que las condiciones climáticas pudieran desatar hasta dos y tres olas de la onda pandémica. La alteración de la temperatura y de las lluvias son condiciones ideales para el incremento de los mosquitos y la propagación de la enfermedad. La agudez con la que se produzca dependerá de los planes de prevención y de la disposición de las autoridades sanitarias del país.
La Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional elaboró un informe para evaluar los datos epidemiológicos recolectados por los formularios oficiales emitidos por el Ministerio de Salud en base a los registros obligatorios que se reportaron semanalmente por diferentes estados del país. Según ambos organismos, estas cifras apenas representan un porcentaje de la realidad que atacó a Venezuela desde mayo de 2014. Solo en el Zulia se reportaron 500 mil casos hasta diciembre, mientras que en Venezuela el total fue de dos millones 107 mil 20.
Para elaborar las estadísticas, las fuentes acudieron a los 53 registros epidemiológicos semanales del Ministerio que no fueron publicados. El indicador que ayudó a estimar el impacto inicial de la epidemia fueron las notificaciones de la fiebre aguda y el chikunguña. Se calculó además el número total de casos y la tasa de incidencia acumulada por cada 100 mil habitantes.
«Nos apoyamos en este tipo de fiebre porque no se explica su relación con gripe, malaria o cualquier otro tipo de enfermedad», dijo José Oletta, exministro de Salud y uno de los autores del documento Una epidemia censurada, el estudio lo realizó de la mano de otros colegas. El informe se terminó el 13 de febrero de 2015. «No hay proporción alguna sobre los casos febriles agudos en el Zulia con respecto a los números divulgados por las autoridades sanitarias».
Oletta rechaza la censura aplicada a la información de interés público, que viola el derecho a la salud y la participación de los ciudadanos, lo que limita la capacidad de respuesta del sistema de salud.
Con información de La Verdad.