La Fundación para el Debido Proceso (Fundepro), aseguró según reseña Venezuela Awareness que entre los mandatos de Hugo Chávez y el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hay un acumulado de más de 5.000 presos políticos tras las rejas por oponerse a la «revolución».
La organización señala que hay tres tipos básicos de presos políticos: los de conciencia, por sus pensamientos adversos al Gobierno (sindicalistas, estudiantes, campesinos). Por motivos de rebelión armada civil o militar (golpistas), y las víctimas de montaje judicial (opositores considerados por el Ejecutivo como una amenaza para la estabilidad).
“Que existan demuestra la falta de democracia”, dijo sobre el caso Jackeline Sandoval, coordinadora de Fundepro.
Desde 2000, Fundepro contabiliza cinco millares de violaciones al derecho de ser juzgado libre de sesgos y con justicia. Solo durante la gestión de Nicolás Maduro van más de tres mil detenciones arbitrarias en un año debido a las protestas antigubernamentales de 2014.
“En el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), el director decide quién sale y quién no”, dijo Sandoval, quien citó casos como los de Inés González, alias “Inesita Terrible”, que teniendo boleta de excarcelación no ha sido liberada. Un funcionario supervisa las acciones de un juez que le otorgó una medida cautelar a la tuitera y química venezolana.
Tras su liberación o casa por cárcel, los perseguidos políticos son víctimas de otros tipos de abusos. No se les permite emitir opiniones. Se suprime la divulgación que en primer lugar les llevó a ser incómodos con el partido de Gobierno. Es un mensaje del Gobierno diciendo que ganó y logró callarles.
Ha sido común durante los proyectos políticos de Chávez, y ahora Maduro, que el preso político tiene una función única.
“Son válvulas de escape. Cada vez que se necesita, uno o un grupo es liberado para crear cierto clima democrático. “Celebramos liberaciones, pero eso no les lava la cara al Gobierno”, afirma Sandoval.
Con información de El Venezolano News.