El jefe del frente décimo de las disidencias de las FARC, Jorge Eliécer Jiménez Martínez, conocido como Arturo o Jerónimo, propuso un “diálogo” con el régimen venezolano.
Libertad digital- Reuters
El canal colombiano Noticias RCN reveló unos audios de Jiménez Martínez que habrían sido enviaros a sus hombres y a los habitantes de La Victoria, en el estado Apure, una zona de conflicto armado entre disidentes de las FARC y funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“Hoy en día el Gobierno (de Maduro) se encuentra ciego, sin darse cuenta que los están traicionando y que los traidores no somos nosotros, los traidores están dentro de ustedes mismos, andan con ustedes, comen con ustedes, ustedes los abrazan y los saludan con un antifaz, una máscara falsa revolucionaria”, asegura.
Ante ello, propuso un diálogo con el régimen venezolano. Señaló que ha enviado comunicados en los que les revela sus disposición de sentarse en una mesas, con medios de comunicación, para esclarecer «ante el mundo, esa mal ideología satanizada que nos han hecho a nosotros, haciéndonos creer que estamos peleando territorio por narcotráfico«.
En estos mensajes también cuestiona el accionar del Ejército venezolano: «Tengan claro, no estamos buscándole problemas a nadie, ni estamos atacando a nadie, estamos esperando una buena respuesta y, ¿qué es lo que han hecho?, siguen bombardeando, bombardeando y bombardeando y nosotros no hemos respondido»:
¿Quién es alias Arturo?
Jiménez Martínez es el jefe del frente décimo de las disidencias de las FARC. Ingresó a la extinta guerrilla en octubre de 1987, cuando tenía 17 años, en Tauramena, Casanare.
En 1991 fue nombrado jefe del frente 28 al mando de 24 integrantes para posteriormente ganar la aceptación dentro del estado mayor del Bloque Oriental, donde participó en varias tomas guerrilleras, entre ellas la de base militar del Billar, en marzo de 1998, reseñó el medio colombiano.
Por maltratos a un grupo de mujeres guerrilleras, a las cuales obligó a abortar, fue castigado y estuvo a punto de ser fusilado, pero alias ‘Grannobles’ le perdonó la vida.
Su afán por tener dinero fácil lo llevó a desertar con un grupo de hombres y llevarse cerca 160 millones de pesos en marzo de 2004, pero posteriormente fue capturado por las autoridades en el municipio de Maní, en Casanare, donde fue procesado por los delitos de secuestro, rebelión, hurto y homicidio.
Fue condenado a cumplir una pena de 40 años, pero gracias una solicitud obtuvo la libertad de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, donde firmó un acta de compromiso con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para no volver a delinquir.
Sin embargo, sus intenciones eran otras, por lo que se desplazó hacia territorio venezolano donde, siguiendo las órdenes de alias ‘Iván Mordisco’ refundó nuevamente el frente décimo, desde donde coordina los ataques a la fuerza pública, cobros extorsivos, reclutamiento de menores y trabajo de masas.
Redacción Maduradas con información de Noticias RCN
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