El líder del régimen en Venezuela, Nicolás Maduro, ha guardado silencio después de la revelación realizada por fiscales norteamericanos que afirmaron en una Corte del Distrito Sur de Florida que el empresario colombiano Alex Saab fue colaborador de la agencia de Administración de Control de Drogas (DEA) desde junio de 2018.
Federico PARRA / AFP
El País aseguró que se trata de un duro golpe contra la narrativa que ha construido el oficialismo venezolano que lo defiende desde su investidura como diplomático, designación que le dieron meses luego de haber sido arrestado en Cabo Verde en junio de 2020.
Por su parte, Estados Unidos considera al presunto testaferro de Maduro como una pieza clave para demostrar la corrupción del régimen venezolano, debido a que fue su “operador financiero” en la etapa más crítica del país tras las sanciones contra el oficialismo.
El periodista Joshua Goodman, corresponsal para América Latina de la agencia de noticias The Associated Press (AP), precisó que los fiscales aseguraron que Saab fue inscrito como fuente colaboradora de la DEA desde junio de 2018 y estaba programado para entregarse el 30 de mayo de 2019.
Detalló que, como informante, el presunto testaferro de Maduro proporcionó información sobre sobornos pagados a funcionarios venezolanos y también entregó casi 10 millones de dólares a la DEA.
Redacción Maduradas con información de El País.
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