Este jueves 2 de diciembre, falleció en un bombardeo Qasem Soleimani, el implacable brazo del ayatollah Alí Khamenei y uno de los más altos mandos iraníes que murieron en las inmediaciones de Bagdad.
EFE
A pesar de que, en principio, se desconocía el autor de tal hecho, pronto autoridades militares atribuyeron el hecho al Gobierno de los Estados Unidos, dirigido por Donald Trump.
Aparentemente, el fallecimiento de Soleimani no es casualidad, ya que, recientemente, se desencadenó una fuerte tensión entre Irán y Estados Unidos en Irán.
Sin embargo, más allá de los evidente, pocos conocen el prontuario que reposa sobre el polémico líder iraní que resultó abatido en el confuso suceso.
¿Quién era Qasem Soleimani?
El militar iraní, según Infobae, era el jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés), la cual fue recientemente declarada como una organización terrorista por Estados Unidos. Además, también se desempeñó como comandante de las Fuerzas Al Quds, un cuerpo de élite iraní que opera en el exterior.
Desde muy joven, 18 años, comenzó a entusiasmarse por las ideas del nuevo frente que el ayatollah Ruhollah Khomeini proponía contra el sah Mohamed Reza Pahlevi. Desde 1979, se unió a la IRGC una vez cayó la dinastía.
A pesar de carecer de formación militar, pronto destacó en la organización y llamó la atención de sus superiores cuando participó en el aplacamiento de una rebelión kurda en el norte de Irán. En ese momento, fue ascendido a teniente y le ofrecieron la oportunidad de liderar una unidad del cuerpo en Kerman, su provincia natal.
En 1980 participó en la guerra contra Irak y, luego de los 10 años de acción bélica, obtuvo su primer alias: “El ladrón de cabras”. Esto debido a que, luego de cada misión, robaba algún animal de esta clase de alguna granja y, gracias a esto, sus compañeros se daban un gestión.
Sin embargo, su más sonado ascenso lo logró a finales de 1997 cuando fue nombrado comandante de las Fuerzas Quds. Su poder se multiplicó y ejerció más crudamente el terrorismo con todas sus letras.
Ya después de 2003, actuó como el nexo para entrenar y armar a las milicias chiitas en Irak durante la invasión norteamericana y la caída de Saddan Hussein.
Sus ataques contra las tropas eran continuos y sangrientos.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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