La reciente masacre en la que fallecieron nueve miembros de la familia LeBarón en México dejó entrever que, a pesar de los cambios geográficos del tráfico de drogas en el país centroamericano, los casos de violencia se siguen suscitando.
Precisamente, el caso de los LeBarón es uno de los más notables de los últimos tiempos, ocurrido al norte del país y ejecutado por los miembros de uno de los grupos más violentos: el Cártel del Pacífico, conocido también como el Cártel de Sinaloa. Así lo reseñó Infobae.
Vale mencionar que esta organización criminal era considerada como una de las más grandes y poderosas del mundo, y la más extensa del hemisferio occidental, sobre todo por la unión que mantenía. Actualmente, el grupo se ha dividido en varias células delictivas.
De hecho, la razón de estas divisiones se debe a la recaptura de su líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y su sentencia a cadena perpetua. Como consecuencia, el cártel se dividió en brazos armados que cuentan con presencia en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Coahuila, Baja California y Sonora.
Además, se ha iniciado una importante disputa territorial que ha acrecentado la violencia en México.
Precisamente, la muerte de los miembros de la familia LeBarón en Galeana, Chihuahua, está relacionada con la disputa entre dos de los brazos armados que se asientan en la región. De ese modo, lo explicó Alfonso Durazo, director de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
“Es una zona en disputa entre diversos grupos criminales. Hay una célula del crimen organizado vinculada al Cártel del Pacífico que tiene una presencia relevante en la zona de Agua Prieta en Sonora, pero también hay grupos criminales del lado de Chihuahua que pretenden tomar control de zonas territoriales del estado”, detalló el funcionario mexicano.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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