La Comandante Fosforito es un desastre como Ministra, su gestión es groseramente ineficiente e incumple plenamente la tarea encomendada; todo lo que se le confió está peor, lo único que mejora es su entorno personal, su propia calidad de vida. La carcelera mayor irá presa pronto, en cuanto se restituya el Estado de Derecho.
El artículo 139 constitucional la condena: “El ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual por abuso o desviación del poder o por violación de esta Constitución o de la ley”.
“Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”, leemos en el Art. 46 de la Constitución. La carcelera mayor, Ministra para el Servicio Penitenciario, irrespeta la dignidad humana cuando -cada vez más- las cárceles son reinos del crimen, las drogas y violaciones, tierra de pranes, armas y todo tipo de abuso. Iris, ¿cómo entran a las cárceles armas largas y de guerra, así como droga?, ¿por qué no sometes a los pranes que hacen de los otros reos sus esclavos y les cobran vacunas (el impuesto de los delincuentes)?, ¿por qué no se te ve actuar contra el crimen carcelario?
Hace ya más de tres años la Fosforito se juramentó como ministra y hace dos Chávez decretó “emergencia para la infraestructura carcelaria”, cuyo brazo ejecutor sería la ministra, quien ofreció construir 24 nuevas prisiones. Resultados para hoy: no ha construido ni una nueva cárcel y, por el contrario, ha cerrado siete establecimientos penitenciarios para acabar con los problemas de los mismos, y los acabó de raíz, eliminó esas cárceles, incrementando el hacinamiento; en las que quedan abiertas la sobrepoblación oscila entre el 200 y el 1.000 %, llevándose el trágico récord la Penitenciaría General de Venezuela (Guárico) y la Cárcel de Tocorón (Aragua).
Mientras la Fosforito ha sido ministra, han asesinado a unos tres mil reclusos, crímenes que también pesan sobre sus hombros, como responsable del área, ya que el Estado por mandado constitucional debe responder por la vida y derechos de las personas privadas de libertad. Iris responderá, la cárcel la espera; deseo que su calabozo sea entonces más cónsono con la dignidad humana que ahora ella prostituye como ministra.
Iris Varela tiene de penitenciarista lo que yo de astronauta, no obstante, osada sí es. Con la tranquilidad que emana de su ignorancia y atrevimiento, acaban de escuchársele dos propuestas que podrían mover a risa si no expresaran el drama que padecemos. En primer lugar, pidió a Nicolás que “indulte a los reclusos que aprendan a hablar cuatro idiomas dentro de la cárcel”, dentro de esas escuelas del crimen o universidades del delito, en las que los reclusos -en su inmensa mayoría- solo aprenden a trasgredir la ley en mayor grado. En segundo lugar, anunció “crear un museo con las armas incautadas en los recintos penitenciarios”, una especie de oda al crimen, a las armas con las que unos presos asesinaron a otros bajo la conducción de pranes, que siguen siendo los dueños del patio.
Iris desconoce que por mandato constitucional (Art. 272) “El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna”. ¿Lo sabías Iris? Las cárceles “contarán con espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación”. ¿Te enteraste Iris? Los recintos carcelarios “funcionarán bajo la dirección de penitenciaristas profesionales con credenciales académicas universitarias”, no con credenciales del PSUV, y “se regirán por una administración descentralizada, a cargo de los gobiernos estadales o municipales, pudiendo ser sometidos a modalidades de privatización”. ¿Iris, has cumplido con este mandato así sea en una cárcel? El Estado dará “la asistencia penitenciaria que posibilite la reinserción social del exinterno o exinterna”. ¿Te enteraste Iris de que la mayoría de los exreclusos -graduados en universidades del crimen- reinciden en el delito?
La ineficiencia es la característica de la mayoría de los miembros de los gabinetes ministeriales del régimen en los ya casi 16 últimos años, pero no todos ellos alcanzan a la carcelera mayor, quien ya tiene méritos para dar el paso de carcelera a presa.
Por Paciano Padrón / [email protected] / Twitter: @padronpaciano