Las fiestas dentro de las cárceles venezolanas parecen realizarse por todo lo alto, con música, bebidas alcohólicas, comida e incluso mujeres que llegan hasta las cedas para acompañar a los presos en sus celebraciones.
La Prensa de Lara
De acuerdo con un trabajo de La Prensa de Lara, esto ocurre en los calabozos del estado Lara bajo la mirada de funcionarios que custodian los recintos y por estas fiestas se han desatado hechos violentos durante los últimos años.
Así como en los calabozos de los Centros de Detención Preventivos, estas celebraciones se llevan a cabo en las diferentes cárceles del país: Desde cumpleaños hasta matrimonios se celebran dentro de los penales.
En Lara hay cerca de 30 CDP, de los distintos cuerpos policiales, pero los calabozos de PoliLara son los que registran más reportes y denuncias de irregularidades de este tipo.
El pasado 12 de junio, alias El Chichi, un privado de libertad celebró su cumpleaños en el Comando General de la Policía del estado Lara, denunciaron vecinos.
Según los reportes, en el lugar hubo música a alto volumen: «La rumba estuvo prendida hasta la 4:00 de la mañana del domingo».
Supuestamente a la fiesta asistieron familiares del recluso, quienes hicieron parrillas, tomaron cervezas y cócteles.
«Hay fotos en donde se ve la carne y la parrilla. Hay complicidad en funcionarios y que quizás los altos jefes no saben, pero esto es grave porque puede ocurrir una desgracia«, dijo una de las vecinas.
La Prensa de Lara
Por su parte, el abogado Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL), explicó que el pranato que existe en los penales del país también se está instalando en los calabozos policiales donde se están copiando los modelos de mafias carcelarias.
«Siempre lo he dicho, que en las mafias carcelarias no son los presos, allí también entran los funcionarios de seguridad y terminan siendo parte de la corrupción», indicó el experto.
Sobre el caso de la fiesta más reciente en Lara señaló que esta no se habría realizado si los funcionarios no lo hubiesen permitido.
«Para que eso sucediera y permitieran el ingreso de familiares, carne y licor, los policías que estaban de guardia tuvieron que saber lo que iba a pasar y ese recluso les pagó«, indicó.
En penales más grades se hacen fiestas más llamativas, los presos celebran cumpleaños, matrimonios, e incluso instalan sus propias discotecas como ocurrió en Tocorón.
«Desde hace muchos años hemos visto la celebración de matrimonios, 15 años, además de la existencia de discotecas en pleno funcionamiento en varias cárceles del país, organizadas y controladas por los pranes y sus equipos», comentó Nieto.
Un caso reciente fue la celebración de los 15 años de la hija del pran del Internado Judicial José Antonio Anzoátegui, conocido como Puente Ayala, en Anzoátegui, Junior Yeguez, alias «Pata de Queso».
Redacción Maduradas con información de La Presa de Lara.
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