Arroz, frijoles, harina, azúcar, pasta, un paquete de 237 gramos sardinas y un litro de aceite es lo que trajo la bolsa de alimentos que llegó al hogar de Laura y Carlos.
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Se trata de la bolsa entregada por los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y que el régimen de Nicolás Maduro vende a la población a precios muy por debajo del mercado, sin embargo, su calidad es cuestionada.
Los ciudadanos reciben la bolsa de forma mensual en las comunidades registradas en la base de datos del oficialismo, no obstante, las personas a quienes se las entregan reportan que, en ocasiones, pueden tardar mucho más.
Carlos remoja los frijoles en una olla con agua para eliminar las impurezas. Repite el proceso varias veces. Bota el líquido, y una vez más, limpia las partículas que encuentra mientras hace movimientos circulares con el recipiente, pero nada de ese proceso es suficiente, pues el agua se vuelve cada vez más oscura, color fango.
“Yo nunca había visto un frijol que le saliera ese sucio así. Yo me pregunto ¿cómo es posible que esto sea un producto para consumo humano? Se lo preparé a la perrita y ni ella se lo quiso comer”, dijo Carlos a la Voz de América, quien prefirió omitir su apellido para evitar represalias contra su hijo, quien trabaja en la administración pública.
El hombre, de 73 años de edad, vive junto a su esposa, dos hijos y dos nietos en un edificio de apartamentos al oeste de Caracas. Abre cada uno de los empaques que trae la bolsa para mostrar las características de esos alimentos. Toma el kilogramo de azúcar. Señala la etiqueta con el contenido nutricional y el emblema. En ese sentido, advierte: “Aquí dice que es azúcar blanca refinada, pero yo de blanca y de pura no le veo nada. Parece arena de playa”.
El nutricionista Pablo Hernández, miembro del Observatorio Venezolano de la Salud, asegura que los productos que vienen en las bolsas son los de una dieta “anémica”, baja en hierro y calcio.
“Estamos hablando de que cada integrante de una familia de 5 miembros, recibiría 68 gramos al mes de alimentos por día. Una persona debería consumir alrededor de 1500 a 2 kilos de alimentos al día. Es importante el déficit en este caso. Las calorías no representan ni 12 por ciento de lo que se debería consumir en un día”, alerta el especialista.
Hernández advirtió que esa dieta originará consecuencias en la salud: “Estamos hablando de un venezolano, en un futuro, que no tendrá energías para trabajar ni para pensar. Los niños no se van a desempeñar de forma adecuada, no van a discernir, porque su cerebro no tendrá energía para pensar”.
La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), elaborada por las principales universidades de Venezuela, reveló que 7, 3 millones de familias acceden estas bolsas y que a 9 de cada 10 venezolanos no les alcanza el dinero para comprar comida.
Una dieta escasa en proteínas es la que ofrece el gobierno en disputa de Venezuela en las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, conocidas como #CLAP, por sus siglas. Más en #Venezuela360 #VOANoticias https://t.co/SoRQDQxTI7 pic.twitter.com/sEZj3GXEcn
— Voz de América (@VozdeAmerica) June 26, 2020
Redacción Maduradas con información de la Voz de América.
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