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Leopoldo López o la cuenta que nadie ha sacado: De no aplicarse Amnistia, ¿Cuándo saldría?

Cuando un preso está cumpliendo su condena, marca con rayas, círculos, o cuadros a los que les hace una X en su interior, los días que lleva privado de libertad. Utiliza algún cuadernillo, un calendario colgado de la pared, o incluso la pared misma. O al menos eso nos ha mostrado el cine y la literatura.

Pero la verdad de la vida entre rejas, sin disfrutar de uno de los derechos humanos fundamentales, la libertad, solo la conoce quien está tras ellas.

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Según el Foro Penal Venezolano, en el país hay 74 presos políticos. De estos, 10 están bajo arresto domiciliario y 31 fueron detenidos por manifestar.

El 10 de septiembre de 2015, a las 9:30 de la noche, la Jueza Susana Barreiros dio lectura al fallo condenatorio de uno de estos presos políticos, el líder opositor y fundador del Partido Voluntad Popular, Leopoldo López, por los cargos de: “determinador en el delito de incendio intencional (art. 343 del Código Penal); instigación pública (art. 285 del Código Penal); daños a la propiedad pública (arts. 473 y 474, en concordancia con el artículo 83 del Código Penal), y asociación para delinquir (art. 37), en relación con el artículo 27 y con las agravantes del artículo 29, numerales 3 y 7 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo”. La sentencia: 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas.

Ahora bien, Si el Gobierno no permitiera la aplicación de una Ley de Amnistía como lo prevé la MUD, ¿Cuándo saldría Leopoldo?

Es probable que sólo sus abogados, su familia y él mismo, sean los únicos que han dimensionado el tamaño, literalmente hablando, de su condena. Tal vez porque muchos no creen ni esperan que llegue a cumplirla. O tal vez, porque los días pasan muy rápido, y cada quien lleva a cuestas sus propias aflicciones y encierros existenciales.

Quienes son optimistas en relación al tiempo que Leopoldo López pasará en prisión, aluden a la actual mayoría de la representación opositora en la Asamblea, que puede promulgar una ley de Amnistía para liberar a los presos políticos, como la razón eventual de ese optimismo. Pero lo cierto es que si dicha ley no se promulgue y apruebe sólo hay unos números condenatorios, que incluyen años, meses, días y hasta horas.

El artículo 40 del Código Orgánico Procesal Penal Venezolano preceptúa que “En las sentencias condenatorias a penas de presidio (prisión en el caso de Venezuela), se computará a favor del reo, la detención transcurrida después de cinco (5) meses de efectuada, a razón de un día de detención por un día de presidio…”

Ateniéndonos a dicho artículo del Código Penal, desde el 18 de julio de 2014 (fue apresado el 18 de febrero de este año), hasta el 10 de septiembre de 2015 (fecha en que se le dictó sentencia), pasaron 419 días que se le deben restar a su condena, pues son días que ya ha pasado en la cárcel.

Esto significaría que Leopoldo López, saldría en Libertad el 24 de abril de 2028.

Para ese entonces, Manuela, su hija mayor, tendrá 19 años y probablemente estará en la Universidad. Su padre no asistirá a ninguno de sus actos del colegio, ni a su Primera Comunión, a su eventual fiesta de 15 años, su Confirmación, ni a su acto de grado como Bachiller. Su hijo menor, Leopoldo Santiago, de apenas 2 años, será ya un adolescente de 16; tal vez esté en el penúltimo año de Educación Secundaria y su padre no podrá enseñarle a nadar, acompañarlo a algún partido de béisbol, o de fútbol o de básket.

No podrá estar el primer día que vista en su uniforme una chemise blanca, o azul, o beige, a medida que avanza su nivel escolar. No presenciará el momento en que reciba una medalla, o un trofeo, ni tampoco asistirá a una citación del colegio para informarle sobre la conducta de su hijo. Las Navidades, Años Nuevos, Día del Padre, aniversarios, disfraces, dibujos y anécdotas familiares, deberán ser sonreídas, lloradas, vividas o narradas a posteriori, dentro de los linderos de un patio de paredes blancas, o en la pequeña celda de la cárcel militar de Ramo Verde.

El 24 de abril de 2028, Leopoldo López estará a cinco días de cumplir 57 años, y habrá sido lo “suficientemente afortunado” para llegar a casa 11 días antes del cumpleaños número 50 de su esposa y activista por los Derechos Humanos, Lilian Tintori. 50 años es una edad emblemática, pues se hace balance sobre lo logrado, sobre el hecho de estar en la mitad o a más de la mitad del tiempo promedio de vida, una vida, o mejor dicho, cuatro vidas, que irremediablemente, se habrían escurrido entre barrotes.

Por Marcela Albahari / Amnistía Internacional Venezuela

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