El pasado fin de semana se filtraron unas impactantes fotos de Meghan y el príncipe Harry, las primeras haciendo su vida «normal» y no como duques de Sussex.
En las imágenes, la controversial pareja está realizando actividades normales que haría cualquier viajero común y no un miembro de la realeza: Descendiendo de la escalera de un avión comercial y cargando su propio equipaje.
Nunca imaginamos ver al príncipe Harry levantando una pesada maleta, por lo que las imágenes causaron impacto.
Tanto Meghan como Harry aterrizaron en Canadá tras un breve viaje a Estados Unidos (sin Archie) y no han volado en vuelo privado, ni han gozado de ningún privilegio para ese desplazamiento.
En las gráficas se les ve vestidos de manera informal: ella, con camisa, vaqueros y bailarinas planísimas; él, con vaqueros, jersey, unas Adidas clásicas y una gorra de béisbol,
Hace meses, estas gráficas hubiesen sido sencillamente imposibles. Las estrictas normas de protocolo que cumplen los Windsor respecto a lo que pueden y no pueden hacer, para empezar, implican cosas tan aparentemente banales como no cerrar ellos mismos la puerta de su propio coche -esta tarea la realizan sus ayudantes-, no cargar con maletas o no vestir de una manera tan informal.
Pero Meghan y Harry ya son casi totalmente personas de a pie. Pero eso sí: Se les veía muy felices.
Redacción Maduradas con información de Glamour.es
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