Un jubilado griego se sumió este viernes en un mar de lágrimas delante de una sucursal bancaria de Tesalónica (norte), al no poder soportar ver a Grecia “en esta miseria”, justo luego de intentar recuperar parte de la pensión de su mujer, que sufre problemas de salud, y tras cruzarse con tres bancos cerrados. Las imágenes tomadas por un fotógrafo de la AFP, inundan las redes sociales, reseña El Nacional.
“No puedo soportar ver a mi país en esta miseria”, explica por teléfono a la AFP Giorgos Shatzifotiadis, de 77 años, quien como muchos griegos intentó durante la mañana retirar de su banco el dinero autorizado por día en Grecia.
En Grecia, sólo algunas sucursales están abiertas esta semana únicamente para los jubilados, mientras las otras permanecen cerradas hasta el martes en el marco de un control de capitales.
«Los empleados del banco, me dijeron que no podía obtener el dinero, entonces me desmoroné”, indicó Shatzifotiadis, sin precisar el motivo de esta negativa.
Tras una larga cola en un banco de Thessaloniki, en el norte del país, le dijeron que esa semana sólo podría retirar 120 euros de la pensión que le corresponde. A pesar de haber aportado durante toda su vida, por el momento tendrá que acostumbrarse a sobrevivir con las migajas que el gobierno de Alexis Tsipras deja sacar a sus ciudadanos, para evitar el colapso de su sistema bancario.
En ese momento, un fotógrafo de la AFP, impresionado por la situación, inmortalizó el momento: el jubilado de Tesalónica lloraba sentado en el suelo fuera de la sucursal bancaria, con su libreta de ahorros y su cédula de identidad por tierra.
Las imágenes han tenido un fuerte impacto en las redes sociales.
El hombre y su mujer, como muchos griegos del norte del país, trabajaron varios años en Alemania, país blanco de las críticas de los griegos por su intransigencia en la crisis griega y desde donde su mujer recibe la pensión.
“Trabajé muy duro en una mina de carbón y en la fundición”, explica el jubilado de 77 años. Actualmente, “veo a mis conciudadanos mendigar algunos céntimos para comprar pan, veo los suicidios aumentar. Yo soy una persona sensible, no puedo soportar ver a mi país en este situación”, subraya.
“Tanto Europa como Grecia han cometido errores. Debemos encontrar una solución”, asegura Shatzifotiadis.
El jubilado aún no sabe si participará en el referéndum del domingo sobre las medidas de austeridad propuestas por los acreedores (UE y FMI) de Grecia, ya que no tiene el dinero para acudir a su colegio electoral situado “a 80 kilómetros de Tesalónica”. A no ser que “mis hijos me lleven en su coche”, añade.
Información e imágenes de AFP.