“Guaidó se está jugando su capital político este sábado”, aseguró Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma de asesores InterAmerican Trends, sobre la movilización convocada por el presidente interino de la República para este 16 de noviembre.
AFP/Yuri Cortez
“Si no logra que el pueblo se movilice masivamente a esta convocatoria, Guaidó va a tener un descalabro muy acelerado en su capital político”, añadió De La Cruz a El Nuevo Herald.
Las palabras del analista surgen luego de que las últimas convocatorias hechas por Guaidó han contado con poca participación ciudadana, en un momento en que también comienzan a aparecer divisiones entre dirigentes opositores que lo acusan de permanecer más tiempo cuidando los intereses de los partidos políticos que le rodean, que tratando de afianzar un movimiento que impulse la salida del régimen de Nicolás Maduro.
Al mismo tiempo, la popularidad del presidente encargado también ha disminuido con el paso de los meses. De acuerdo con cifras de la encuestadora Meganalisis, más del 80% de los ciudadanos reconocían a Guaidó como mandatario interino días después que se juramentó el 23 de enero. Sin embargo, en la actualidad ese porcentaje se ubica cerca de la mitad.
“La popularidad de Guaidó debe estar cerca del 40 por ciento”, señaló De La Cruz. “Pero si le va mal el sábado, ese número puede caer en unos 10 puntos, y podría caer en otros 10 puntos para diciembre, por la guerra que le va a venir después de esto. Si fracasa lo va a tumbar hasta el 19 o el 18 por ciento”, advirtió De La Cruz.
La prueba de Guaidó se dará a pocos días de que protestas masivas llevaran al expresidente de Bolivia Evo Morales a renunciar, cuando intentaban gobernar por cuarta oportunidad consecutiva a través de unas elecciones que fueron calificadas por la Organización de Estados Americanos como un fraude.
La dimisión de Morales creó interrogantes acerca de que si lo sucedido en Bolivia pueden replicarse en Venezuela, en un contexto en el que la legitimidad de Maduro es desconocida por más de 50 países y enfrenta duras sanciones económicas de Europa y Estados Unidos.
Aunque las manifestaciones antigubernamentales en Venezuela han sido mucho más fuertes que en Bolivia, el régimen de Maduro ha ejercido en control total sobre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, al tiempo que la dirigencia opositora ha cometido errores.
“En Venezuela el liderazgo político nunca se comprometió realmente con una salida, y al no enfrentar al régimen de una manera clara y frontal, eso ha generado que la sociedad pierda confianza en ellos y con el tiempo deje de manifestar”, dijo desde Miami José Antonio Colina, presidente de la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilios.
Redacción Maduradas con información de El Nuevo Herald.
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