Livia Machado, miembro de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura (SVPP), denunció que hasta cuatro niños fallecen en una semana en hospitales del país por desnutrición grave o moderada.
Foto: Archivo.
En un centro de referencia como el Hospital J. M. de los Ríos, en 2015, hubo 34 casos de desnutrición grave en niños y adolescentes. En 2016 la cifra aumentó a 110. En el primer semestre de 2017, respecto al mismo período del año anterior, hubo un incremento de aproximadamente 8 casos.
La escasez de fórmulas lácteas impacta en el déficit nutricional de la población infantil, lo cual genera que muchos padres acudan a alternativas alimenticias no adecuadas e incluso riesgosas para la salud de los niños.
Gretnita Maestre, presidente de la asociación civil Madres y Padres por los Niños en Venezuela, relató que en el estado Lara muchas mamás les dan a sus bebés leche de cabra hervida.
Por su parte, Huníades Urbina, presidente de la SVPP, añadió que otras usan leche de burra o de ovejo; también les dan teteros de agua de pasta, de arroz.
Una nutricionista que trabaja en un hospital público y prefirió resguardar su nombre, aseguró que las alternativas alimenticias mencionadas contienen un exceso de proteínas que es dañino para el riñón del niño y puede ocasionar obesidad a futuro. También incluyen una cantidad de electrolitos mayor a la que corresponde para el bebé o tienen déficit de ácidos grasos que son fundamentales para el desarrollo cerebral.
La especialista recordó que cuando un niño está desnutrido su sistema inmunológico es más susceptible a infecciones y otras enfermedades. La posibilidad de contagio de una infección se incrementa cuando no está garantizada la higiene en la manipulación de los alimentos. Añadió que actualmente se registran más casos de desnutrición con formas edematosas (cuando se presenta hinchazón) y con lesiones de piel.
Con información de El Nacional
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