La crisis venezolana, registrada entre 2013 y 2021, que generó un déficit de hasta 75% en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, también dio como resultado que millones de venezolanos salieran de la nación en busca de mejores condiciones de vida.
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En total, se estima que unos siete millones de ciudadanos habrían salido de las fronteras del país y, aproximadamente, seis millones se instalaron en países de América Latina y el Caribe.
La llegada masiva de migrantes a las referidas naciones, implica que muchos de ellos necesitan atención inmediata, en cuestiones tan básicas como comida, techo, medicinas y educación para los niños. Evidentemente, esto ha revestido un esfuerzo adicional importante para los diferentes gobiernos receptores.
De hecho, autoridades de Colombia, el país que mayor número de venezolanos ha recibido, con más de dos millones de migrantes, calcularon que, en 2016, destinaron $600 por cada migrante. Eso se traduce en que gastaron en asistir a los recién llegados unos $1,300 millones, equivalentes al 0,5% del PIB colombiano.
Sin embargo, paralelamente, un nuevo estudio, realizado por economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), titulado «Regional Spillovers from the Venezuelan Crisis» (Efectos colaterales regionales de la crisis venezolana), revela que estos gastos, progresivamente, irán mermando y que, posteriormente, los mismos migrantes aportarán a la economía de los países receptores.
De acuerdo con BBC, el referido estudio afirmaría que la integración que puede generar un crecimiento del PIB de hasta 4,5% para el año 2030.
Del mismo modo, la llegada masiva de migrantes también tiene un impacto en el mercado laboral local que, inicialmente, es mixto.
«Dado que la mayor parte de los migrantes consiguen un trabajo (incluso si este no corresponde con sus habilidades), el empleo total aumenta y los salarios reales descienden. Los sueldos más bajos desestimulan la participación de algunos trabajadores locales en el mercado laboral, mientras que el desempleo general aumenta ligeramente, a medida que la tasa de desempleo de los migrantes supera la de los trabajadores locales», indica el reporte.
En ese orden de ideas, Jaime Guajardo, autor principal del estudio del FMI, señala que es «difícil» evaluar la contribución de la migración venezolana al PIB de los países receptores. Sin embargo, en el estudio, estimaron los crecimientos de estos países entre 2016 y 2030, tomando dos escenarios distintos: uno sin inmigrantes y otro con ellos.
Así mismo, el análisis señaló que los países donde la migración tendrá un mayor impacto en el crecimiento del PIB para 2030 serán Perú (4,4%), seguido por Colombia (3,7%), Ecuador (3,5%), Chile (2,6%), Panamá (1,9%), República Dominicana (1,1%), Costa Rica (0,6%) y Uruguay (0,6%).
Redacción Maduradas con información de BBC
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