La semaglutida es una inyección utilizada para bajar de peso que ha ganado popularidad en Estados Unidos y está llevando a la escasez en las farmacias donde se comercializa con los nombres de Wegovy, Ozempic y Rybelsus.
La Cocina Sana.
Este medicamento está indicado para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y de la obesidad, que también fue aprobado en Reino Unido para uso en el Servicio Nacional de Salud (NHS).
Se trata de una inyección subcutánea que provoca que la persona se sienta llena y satisfecha lo que la hace comer menos, siendo considerada como un fármaco seguro y efectivo en el control de peso crónico en adultos con obesidad, según la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) en Estados Unidos, o el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE) en Reino Unido.
La semaglutida puede ayudar a una reducción de peso de más del 10% si se implementa junto con cambios en la nutrición y el estilo de vida, pues lo recomendado es que se acompañe de una dieta sana y actividad física.
Funciona imitando una hormona intestinal llamada péptido-1, que está dirigida a las áreas del cerebro que regulan el apetito y el consumo de alimentos, esta hormona se libera luego de comer y hace que las personas se sientan llenas reduciendo así la ingesta de calorías.
Se recomienda que este fármaco se administre por un máximo de dos años y se estima que su efecto haya ayudado a las personas de la industria del cine y el entretenimiento para la pérdida rápida de peso.
La popularidad del medicamento se ha incrementado tanto que hay una escasez generalizada en Estados Unidos lo que genera temor en las personas que dependen de este fármaco por razones médicas.
Novo Nordisk, la farmacéutica que fabrica el medicamento, advirtió que el mismo debe usarse solo bajo prescripción médica, considerando que puede causar efectos secundarios como diarrea, náuseas, dolor de estómago y vómito.
Otros riesgos que pueden causar en la salud de quien la usa son: dolor de cabeza, fatiga, indigestión, mareos, distensión abdominal, flatulencia, gastroenteritis y enfermedad por reflujo gastroesofágico.
A esto se suma el riesgo potencial de desarrollar tumores de tiroides.
«Wegovy no debe usarse en pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides o en pacientes con una enfermedad rara llamada síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2», indicaron.
Redacción Maduradas con información de BBC.
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