Cuando Rosa Orozco, madre de Geraldine Moreno, asesinada por disparos de perdigón a quemarropa por parte de miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, se levantó para desalojar la sala del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos obligada por los guardias de seguridad, miró al representante de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, y le dijo: “Su gobierno asesinó a mi hija y usted es cómplice”.
Orozco acompañó a la diputada de oposición María Corina Machado al Consejo Permanente de la organización en Washington, quien fue también junto con Carlos Vargas, estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello y representante del movimiento estudiantil, e Ivan Freites, perteneciente al sindicato petrolero del estado Falcón. “Los guardias de seguridad los desalojaron de la sala y el silencio era enorme. El silencio a veces grita”, expresó la internacionalista María Teresa Belandria, quien se encontraba en el lugar.
A pesar de que Machado habló por breves minutos en la sesión, la especialista aseguró que la diputada fue escuchada. “Todos los embajadores presentes recibieron un disco con un video en el que se muestran las violaciones a los derechos humanos que se están llevando a cabo por parte de las fuerzas de seguridad contra los estudiantes y otros manifestantes. Más embajadores de los que lo van a aceptar vieron el video”, agregó Belandria.
Durante la instalación del consejo permanente, Nicaragua solicitó la palabra y propuso que la sesión fuera a puerta cerrada, iniciativa que fue muy debatida y que al final fue aprobada por mayoría. Machado presentó sus propuestas en una rueda de prensa en la que el embajador de Panamá ante el organismo, Arturo Vallarino, la acreditó como su representante alterna para que interviniera ante la sesión, cosa que al final del día logró hacer por breves minutos.
Posteriormente, a puertas cerradas, se votó la salida del tema de Venezuela de la agenda, pero cuando se llegó a la parte final de la sesión que se denomina “asuntos varios”, Chaderton interrumpió para “hablar de cosas que estaban absolutamente fuera de contexto, como de Cantinflas”, explicó Belandria. En ese momento, el embajador de Panamá interrumpió para llamar al orden en la sala y tomar su derecho de palabra. Vallarino le dijo a Chaderton: “Usted no tiene la potestad de preguntarme qué voy a decir yo, así que le cedo mi palabra a la diputada María Corina Machado”. La delegación de Venezuela dijo que la supuesta agresión de la delegación panameña contra la suya ponía en riesgo su permanencia en el organismo.
Con información de: El Nacional.