“Me tocó recibir el batazo que marcó la diferencia y no me escondo”, esas fueron parte de las palabras del relevista venezolano Silvino Bracho, luego de que Venezuela perdió 9-7 ante Estados Unidos el sábado 18 de marzo en los cuartos de final del Clásico Mundial de Beisbol, quedando eliminada del torneo, pese a que la novena criolla terminó la fase de grupo de manera invicta.
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«En mi carrera no hay absolutamente nada que me llene de más orgullo que vestir el uniforme de Venezuela. Representar a mi país es lo más grande que me ha pasado como pelotero, así que es imposible esconder la frustración y decepción que siento por la derrota de anoche», manifestó el beisbolista a través de Instagram.
«Ninguno de nosotros quiere fallar, nadie quiere perder. Y lamentablemente me tocó a mí recibir el batazo que marcó la diferencia. No me escondo, doy la cara y asumo mis responsabilidades. Entiendo la frustración de muchos fanáticos, pero les aseguro que ninguno está más golpeado anímicamente que nosotros, que salimos todos los días como una familia pensando en darle la mayor de las alegrías a ustedes», agregó.
POLÉMICO MOVIMIENTO
De acuerdo a declaraciones difundidas por medios venezolanos, Omar López, manager de la representación venezolana, explicó su movimiento con Silvino Bracho y José Quijada, y argumentó la razón que lo llevó a ejecutarlo de la manera que lo hizo.
«Dejé a José Quijada contra Realmuto tratando de buscar un out para ver si José Alvarado estaba listo, con el riesgo de si sacaba uno o dos outs no podía volver al noveno inning. Entonces, luego debía pensar a quien traía en el noveno, pero el que estaba listo era Silvino», dijo el estratega en declaraciones citadas por El Emergente.
«Yo no voy a juzgar a un lanzador por un pitcheo o una secuencia», agregó. «Porque en el momento ellos son los que tienen la bola. Silvino hizo tremendo trabajo y yo a veces he visto lanzamientos que se queda en la zona y hay bateadores que fallan», sostuvo.
Estados Unidos volteó el marcador en el 8vo inning, luego de tener bases llenas sin out. Fue en ese momento cuando Trea Turner bateó un grand slam que puso arriba 9-7 a la novena norteamericana, que venció luego el domingo a Cuba (14-2) para apartar su cupo en la final por segunda vez consecutiva en el torneo.
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Redacción Maduradas con información de El Emergente
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