Alfonso Mendoza es un joven venezolano que, como muchos, emigró para cumplir sus sueños. Su particularidad es que nació sin piernas, pero su discapacidad no le ha impedido llegar lejos en la vida.
Mendoza sale todos los días montado en una patineta a cantar rap en los autobuses de Barranquilla, Colombia, para ganarse la vida y sostener a su esposa, Mileidis Dayana Peña Meza, quien además espera una bebé.
En una entrevista ofrecida para el diario El Tiempo el joven conocido como “ALCA” confesó que tuvo una infancia muy dura y en su adolescencia pensó en suicidarse por su condición.
Contó que su mamá lo abandonó cuando nació: “De hecho nací así porque cuando ella estaba embarazada se practicaba abortos y eso generó que naciera con agenesia femoral, ausencia completa del fémur. Mi abuela me recogió y nos fuimos a vivir al estado de Mérida”.
Pero a los 9 años su abuela falleció, quedando a cargo de un tío que le ofreció todo, pero también padeció de maltrato.
En su infancia también fue víctima de bullying por parte de sus compañeros en el colegio, aunque muchos lo protegían.
ALCA reconoció que la idea de suicidarse y la depresión que padecía la superó tras escuchar a Cancerbero, rapero venezolano, interpretar el tema “Mañana será otro día”.
“En la música encontré una puerta de escape”, expresó.
Durante su recorrido en los autobuses el joven venezolano comparte con las personas temas cargados de letras que narran historias de gratitud, sueños y mensajes de superación.
“A través de la música quiero transmitirle a la gente mensajes positivos, como el que me sacudió a mí, pero también darles mi testimonio de vida”, dijo.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo