La misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre Venezuela de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó este miércoles 16 de septiembre un informe en el que detalla los actos de tortura y otros malos tratos contra ciudadanos por parte de fuerzas de seguridad del Estado.
Rayner Peña / Getty Images
El escrito de la ONU fijó responsabilidades, patrones de conductas, cadenas de mando y dejó en evidencia la vinculación de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López y Néstor Reverol en la violación sistemática de derechos humanos en la nación y crímenes de lesa humanidad, ya sea por acción o por omisión.
Las transgresiones fueron ejecutadas durante operaciones o detenciones realizadas por cuerpos de seguridad del Estado: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), incluida la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); y la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y la Fuerza de Acción Especial (FAES).
La misión registró 33 casos (21 corresponden a hombres y 12 a mujeres) de “arrestos y detenciones arbitrarias y/o actos de tortura u otros malos tratos contra personas percibidas como opositores políticos y sus asociados”, cometidos por funcionarios del Sebin.
Entre los malos tratos que recibieron las personas detenidas por esa fuerza de seguridad del Estado, destaca la llamada “crucifixión” (brazos extendidos y esposados a tubos o rejas) y “el pulpo” (un cinturón de metal con cadenas para inmovilizar las muñecas y los tobillos).
El documento también resalta que otras técnicas de torturas para forzar o inducir confecciones y sacar información, obligar a incriminar a los detenidos o inculpar a terceros son “asfixia con bolsas de plástico, sustancias químicas o un balde de agua; golpes, a veces con un palo u otro objeto; descargas eléctricas en los genitales u otras partes del cuerpo; amenazas de muerte o amenazas de violencia adicional; amenazas de violación sexual contra la víctima y/o sus familiares; torturas psicológicas, incluyendo privación sensorial, iluminación constante y frío extremo; desnudez forzada, incluso en habitaciones mantenidas a temperaturas extremadamente bajas”.
“Lejos de ser actos aislados, estos crímenes se coordinaron y cometieron de conformidad con las políticas del Estado, con el conocimiento o el apoyo directo de los comandantes y los altos funcionarios del gobierno”, alerta el informe.
Redacción Maduradas
También puede leer: