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¡NECESARIO SABER! The Washington Post revela el origen del paciente cero del coronavirus en Wuhan

El equipo del científico Shi Zhengli había publicado un estudio que evidenciaba que los murciélagos de herradura que recolectaron de una cueva en la provincia de Yunnan, China, tenían altas probabilidades de pertenecer a la misma población de quirópteros que engendró el coronavirus de SARS en 2003.

AFPci

Cables redactados por funcionarios de las secciones de medio ambiente, ciencia y salud de la embajada de Estados Unidos en China, que se reunieron con los científicos del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), indican que “lo más importante” era que “los investigadores también mostraron que varios coronavirus similares al SARS pueden interactuar con ACE2, el receptor humano identificado para el coronavirus del SARS”.

«Este hallazgo sugiere que los coronavirus de los murciélagos similares al SARS pueden transmitirse a los humanos para causar enfermedades similares al SARS. Desde una perspectiva de salud pública, esto hace que la vigilancia continua de los coronavirus similares al SARS en los murciélagos y el estudio de la interfaz animal-humano sean críticos para la predicción y prevención de brotes de coronavirus emergentes en el futuro», advertían.

Dos años antes de que la pandemia del covid-19 impactara al menos 185 países, funcionarios de la embajada de Estados Unidos visitaron en diversas oportunidades a un centro de investigación en la ciudad de Wuhan.

Además, enviaron dos advertencias oficiales a Washington sobre la seguridad inapropiada en el laboratorio, en el que se realizaban estudios riesgosos sobre coronavirus de murciélagos. Los cables han alimentado los debates dentro del gobierno de los Estados Unidos acerca de si este u otro centro de investigación de Wuhan fue el origen del virus, a pesar de que todavía no han surgido pruebas indiscutibles, reseña The Washington Post.

En enero de 2018, la embajada de estados Unidos en Beijing dio el paso inusual de enviar de forma periódica diplomáticos científicos norteamericanos a WIV, que en 2015 se convirtió en el primer laboratorio de China en lograr el más alto nivel de seguridad internacional en investigación biológica (conocido como BSL -4).

El Instituto de Virología de Wuhan presentó un comunicado de prensa en inglés sobre la última de esas visitas, que se dio el 27 de marzo de 2018. La delegación de Estados Unidos estuvo encabezada por Jamison Fouss, el cónsul general de Wuhan, y Rick Switzer, el consejero de medio ambiente, ciencia y tecnología de la embajada estadounidense. La semana pasada, WIV eliminó esa declaración de su sitio web, aunque continúa archivada en Internet.

“Durante las interacciones con los científicos en el laboratorio WIV, notaron que el nuevo laboratorio tiene una grave escasez de técnicos e investigadores debidamente capacitados necesarios para operar este laboratorio de alta contención de manera segura”, señala el cable del 19 de enero de 2018, redactado por funcionarios estadounidenses.

No obstante, el Departamento de Estado de ese país se rehusó a comentar sobre este y otros detalles de la historia.

Los científicos chinos en WIV se encontraban recibiendo ayuda del Laboratorio Nacional de Galveston en la Rama Médica de la Universidad de Texas, Estados Unidos y otras organizaciones norteamericanas, pero los asiáticos pidieron asistencia adicional.

Los cables objetaron que Estados Unidos debería ofrecer más apoyo al laboratorio de Wuhan, especialmente porque su investigación sobre coronavirus de murciélago fue significativa, pero también peligrosa.

La investigación fue planteada para prevenir la siguiente pandemia similar al SARS al predecir cómo podría brotar. Sin embargo, en 2015, otros científicos cuestionaron si el equipo de Shi estaba tomando riesgos innecesarios. En octubre de 2014, el gobierno de Estados Unidos impuso una prórroga sobre la financiación de cualquier estudio que descubra que un virus sea más mortal o contagioso, conocido como experimentos de “ganancia de función”.

Como muchos han señalado, no hay evidencia de que el virus que ahora asola el mundo haya sido diseñado; Los científicos coinciden en gran medida en que proviene de animales. Pero eso no es lo mismo que decir que no vino del laboratorio, que pasó años probando coronavirus de murciélago en animales, dijo Xiao Qiang, científico investigador de la Facultad de Información de la Universidad de California en Berkeley.

Redacción Maduradas con información de The Washington Post

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