Venezuela sigue batiendo marcas durante los diez meses de gestión del presidente Nicolás Maduro. El Banco Central difundió el supuesto índice de precios e inflación de noviembre a un día de terminar el año. El Gobierno también oculta el verdadero número de homicidios, aunque la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) reveló la trágica cifra: 79 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Venezuela acaba el año con una inflación desbocada del 57% y una tasa de homicidios que sitúa al país entre los más inseguros del mundo
Según Econométrica, la inflación de noviembre llegó al 4% y la de diciembre estará en el 3,5%. «Esto implica que el indicador cerrará el año en 57%», dijo Ángel García Banchs, economista y director de la firma. La voz de los economistas privados es cada vez más importante porque son los únicos que pueden informar acerca de la evolución de la tasa de inflación después de que, por razones desconocidas, el Banco Central retrasara difundir el indicador.
En Argentina hace un par de años que el Gobierno también optó por manipular los indicadores. Mientras que mediciones privadas la sitúan en un 30% anual, el Instituto Nacional de Estadística y Censos la sitúa por debajo del 10%.
Volviendo a Venezuela, muchos profesionales temen que detrás del inexplicable retraso se esconda la intención de propiciar algún cambio en la medición. Esto generaría serias dudas respecto de su credibilidad, algo que hasta este mes no se sospechaba. Lo que aviva estos temores es que el aumento de precios registrado se encuentra lejos de las metas fijadas por el Gobierno después de un mes de guerra económica de precios. Econométrica difundió otro preocupante dato que está directamente vinculado a la inflación. Según la consultora, «para el cierre de 2013 se espera que la caída del poder de compra del salario mínimo sea de alrededor de 4,5%, y para 2014 dicha caída podría alcanzar el 15 por ciento».
El presidente Nicolás Maduro ratificó que el 2014 será el año para renovar esperanzas, para que haya más revolución socialista y democracia verdadera. «Año de felicidad, de trabajo, de lucha. No engañamos nunca a nadie. Éste será un año para continuar construyendo patria. Vamos con las pilas recargadas». Disminuir el número de homicidios es otro de los grandes retos que enfrenta el Gobierno chavista, hasta ahora sin mucho éxito en la misión. «Las muertes violentas continúan aumentando, (…) cerraremos el año con un estimado conservador de 24.763 muertes violentas en el país», dice un informe del OVV.
La organización aclara que las cifras fueron obtenidas a través de distintos métodos de predicción estadística, como el Brown y el Holt, por parte de los investigadores de las siete universidades que integran el OVV, debido a la «censura oficial» sobre los números de homicidios que aseguran que existe desde hace una década en el país.
«En el año 2013 se observó un incremento en los homicidios, los cuales continuaron con un crecimiento en las grandes ciudades. El presidente venezolano ha intentado parar la sangría sacando al Ejército a las calles y emprendiendo una campaña de «amor revolucionario». «Traigan su odio y desparrámenlo donde quieran, que aquí hay suficiente amor para derrotarlos a ustedes por siempre, señores y señoras que odian. Que nadie se enganche a las campañas de odio, de maldad. ¡Nadie! Respondamos con amor y con trabajo», afirmó.
Pero ahí están las cifras. Por delante de Venezuela marchan sólo tres países. Colombia como el país más violento del continente americano, seguido de México (segundo) y Honduras como tercero, con 85 muertes por cada 100.000 habitantes.
Campaña de burla contra Chávez
El presidente Nicolás Maduro informó que a través de la etiqueta «Uh Ah Mi Comandante No Volverá», se inició una campaña de burla contra el difunto presidente del país, Hugo Chávez, buscando «herir los sentimientos y la paz que tiene el pueblo». Maduro afirmó: «La guerra psicológica y perversa» fue ideada desde Miami, tratando de «herir a un pueblo que está celebrando la Navidad».
El mandatario declaró que estas acciones psicológicas dejan ver la desesperación de sectores opositores después de la derrota sufrida en las pasadas elecciones municipales.«Y ahora están tratando de hacer como el avestruz, metiendo la cabeza debajo de la tierra para que pase el temporal y luego en enero salen ellos otra vez a llamar a insurrección».
Fuente: LaRazon.es